PREPARANDO CRISTO REY

by AdminObra

El Reino de Jesucristo, en el mundo, se inició con su primera venida al ser concebido, en cuanto hombre, el Verbo de Dios, en las entrañas de María (Lc 1, 26-38), aunque al día siguiente de la Caída la promesa hecha por Dios de un Redentor (Gn 3, 15) constituyó una anticipación de su Reino, inaugurándose lo que se ha llamado por algún teólogo, como “la edad de la Gracia del Cristo Redentor prometido”.

Pero fue con la entrada del Verbo, en el tiempo, al hacerse hombre y plantar su tienda entre nosotros (Jn 1, 14) después de los siglos de espera, cuando se inauguró visiblemente su Reino Mesiánico, según el anuncio del Ángel (Lc 1, 32-33).

Y fue, después, de la Pasión, Muerte, Resurrección, Ascensión a los Cielos de Jesucristo y del envío del Espíritu Santo a sus discípulos, reunidos en el Cenáculo, cuando implantó definitivamente con el precio de su Sangre su Reino, que no es de este mundo, pero que está en el mundo, aunque su consumación plena y gloriosa se realizará más allá del tiempo, al final de la Historia, cuando todas las cosas sean recapituladas en Cristo (Ef 1, 10), y Dios sea todo en todas las cosas (1Cor 15, 28).