Hoy ofrecemos la película “Resucitado”, (Kevin Reynolds, 2016).
Detrás de su producción está el iraquí de nacimiento Pete Shilaimon que tuvo que vivir su fe en la clandestinidad. Huidos a Grecia, vería allí el estreno de “La Pasión”, de Mel Gibson, que le cautivó. Quiso dedicarse a la producción de cine católico pero se encontró con las dificultades de Hollywood ante sus proyectos cristianos. Finalmente, después de estar detrás de algunos proyectos como fue “En busca de la tumba de Cristo”, Kevin Reynolds, que había dirigido “Robin Hood, príncipe de los ladrones” y otras, sacó adelante su deseo.
La película es notable, y es una verdadera investigación llevada a cabo por un Tribuno, que recibe la orden de Poncio Pilato, de corroborar qué ha sido del cuerpo sin vida de Cristo, pues… no aparece. El tribuno, llamado Clavius, escéptico, como buen militar romano ante todos esos comentarios, iniciará una verdadera empresa de averiguación. Su escepticismo, poco a poco, se irá tambaleando ante los testimonios convencidos de personajes que no presentan…traumas psicológicos. Y que son personas veraces. La película tiene la habilidad de colocarnos en la situación del Tribuno, lo cual es justo, y hacernos compartir sus extrañezas ante semejante encargo.
La película nos enseña que la aceptación de la Resurrección es un verdadero Don. Hay pruebas físicas del Acontecimiento por antonomasia. Pero nunca serán definitivas. La fe es una aceptación personal que sólo nosotros podemos dar. Los testimonios, las pruebas físicas ayudan, evidentemente, y las permite Dios. Pero el paso interior lo debe dar cada uno en plena libertad. La fe no es, por otro lado, una mera decisión personal en la que resuelvo tener fe porque lo decido. Es la aceptación de algo que se hace patente ante nuestra conciencia, ante nuestro corazón, pero que no deja de ser algo personal el acto de apropiarla, o, más bien, de ser “apropiado” por Alguien. Las escenas finales, precedidas de una situación que recuerda a una persecución policial es verdaderamente emocionante, así como el final de la película, pues nos ofrece la trasformación de la persona que se encuentra con la verdad del Resucitado.