Jesús es la Verdad y ofrece la Vida, en grande. Pero tiene muchos opositores. Siendo la oferta del Señor tan lúcida, la respuesta es tan oscura.
Lo más fácil es insultar en la vida. Así desprestigias al contrario, al veraz. Lo vemos continuamente en nuestra sociedad, en nuestra España. Insultas y consigues tu objetivo.
Se habla mucho de diálogo, pero nadie quiere dialogar. Nadie quiere ofrecer los frutos del razonamiento. Se prefiere ofrecer los frutos de los insultos, como los judíos del Evangelio.
Jesús da honra a su Padre con sus palabras. Los judíos buscan deshonrar al Señor.
Jesús hace gala de su divinidad, y de su eternidad. Palabras llenas de verdad. La reacción es terrible. Lo dicho, cuando salta a la luz la evidencia, el recurso es insultar.
Jesús ofrece Luz. Los que le rechazan se van a la oscuridad. El mundo vive otra vez en la obstinación contra la Luz.
En lo que resta de Cuaresma, hemos de saber la reacción ante las palabras luminosas de los cristianos: insultos. Nada de razonar, nada de dia-logar.