MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS – y 30

“DELICIA DE TODOS LOS SANTOS”

Los devotos del Corazón divino, contemplando las llagas abiertas del Crucificado, o postrándose ante el Sagrario y sobre todo uniéndose al Rey Supremo mediante la comunión eucarística, se sienten fortalecidos y avanzan en la perfección cristiana con mayor generosidad y fervor.

El amor hacia Jesucristo, reavivado por el Corazón del mismo Jesús hace ligero todo lo que es gravoso; hace soportar con santa alegría cuanto hay de más doloroso, induce a obrar acciones grandes y sublimes, da la constancia y la perfección en las pequeñas ocupaciones de cada día, otorga la paciencia y la dulzura en las contrariedades, en las pruebas, y en las relaciones con el prójimo; despega de las cosas terrenas y de la búsqueda de sí mismo; determina en el alma un continuo progreso de virtud en virtud, hasta la santidad.