- Comenzando la Novena en honor a San Sebastián, ofrecemos estas Letanías de Súplica que rezó el Papa Francisco la tarde del viernes 27 de marzo del año 2020, durante el momento extraordinario de oración contra la pandemia en el atrio de la Basílica de San Pedro, desde donde impartió la Bendición Urbi et Orbi y la Indulgencia Plenaria.
TE ADORAMOS, SEÑOR
Verdadero Dios y verdadero hombre, realmente presente en este Santo Sacramento
Te adoramos, Señor.
Salvador nuestro, Dios con nosotros, fiel y rico en misericordia
Te adoramos, Señor.
Rey y Señor de la Creación y de la historia,
Te adoramos, Señor.
Vencedor del pecado y de la muerte,
Te adoramos, Señor.
Amigo del hombre, resucitado y vivo a la derecha del Padre,
Te adoramos, Señor.
CREEMOS EN TI, SEÑOR
Hijo unigénito del Padre, que bajaste del cielo por nuestra salvación
Creemos en ti, Señor
Médico celestial, que te inclinas ante nuestra miseria
Creemos en ti, Señor
Cordero inmolado, que te ofreces para rescatarnos del mal
Creemos en ti, Señor
Buen Pastor, que das la vida por el rebaño que amas
Creemos en ti, Señor
Pan vivo y medicina de inmortalidad, que nos das la Vida eterna,
Creemos en ti, Señor
LÍBRANOS, OH, SEÑOR
Del poder de Satanás y de las seducciones del mundo,
Líbranos, Señor
Del orgullo y de la presunción de poder prescindir de ti
Líbranos, Señor
De los engaños del miedo y de la angustia,
Líbranos, Señor
De la incredulidad y de la desesperación,
Líbranos, Señor
De la dureza de corazón y de la incapacidad de amar,
Líbranos, Señor
SÁLVANOS, SEÑOR
De todos los males que afligen a la humanidad,
Sálvanos, Señor
Del hambre, de la escasez y del egoísmo,
Sálvanos, Señor
De las enfermedades, de las epidemias y del miedo del hermano
Sálvanos, Señor
De la locura devastadora, de los intereses despiadados y de la violencia,
Sálvanos, Señor
De los engaños, de la información maligna y de la manipulación de las conciencias,
Sálvanos, Señor
CONSUÉLANOS, SEÑOR
Mira a tu Iglesia que atraviesa el desierto,
Consuélanos, Señor
Mira a la humanidad, aterrorizada del miedo y de la angustia
Consuélanos, Señor
Mira a los enfermos y moribundos, oprimidos por la soledad
Consuélanos, Señor
Mira a los médicos y a los operadores sanitarios, extenuados por el cansancio
Consuélanos, Señor
Mira a los políticos y a los administradores, que cargan con el peso de las decisiones,
Consuélanos, Señor
DANOS TU ESPÍRITU, SEÑOR
En la hora de la prueba y de la desorientación,
Danos tu Espíritu, Señor
En la tentación y en la fragilidad,
Danos tu Espíritu, Señor
En el combate contra el mal y el pecado
Danos tu Espíritu, Señor
En la búsqueda del verdadero bien y de la verdadera alegría,
Danos tu Espíritu, Señor
En la decisión de permanecer en Ti y en tu amistad,
Danos tu Espíritu, Señor
ÁBRENOS A LA ESPERANZA, SEÑOR
Si el pecado nos oprime,
Ábrenos a la esperanza, Señor
Si el odio nos cierra el corazón,
Ábrenos a la esperanza, Señor
Si el dolor nos visita,
Ábrenos a la esperanza, Señor
Si la indiferencia nos angustia,
Ábrenos a la esperanza, Señor
Si la muerte nos aplasta,
Ábrenos a la esperanza, Señor