LA NOVENA A LA INMACULADA

by AdminObra

María estaba libre de todo pecado personal no solo de hecho –IMPECANCIA-, sino de principio –IMPECABILIDAD-, no podía pecar.

Ciertamente, hay que distinguiré la impecabilidad absoluta de Jesús, Divina Persona- de la de María, persona humana sometida a las pruebas de la vida en un camino de fe.

Mientras que a Jesucristo debemos reconocerle una impecabilidad “física” (que resulta de la constitución misma de su ser), en María se puede admitir solo una impecabilidad “moral”, en el sentido de que Ella ha recibido, en vista de su misión, gracias TAN POTENTES que su constante perseverancia en el camino del bien era moralmente cierta.