LA LITURGIA DE LAS HORAS – 13

by AdminObra

Los “himnos” son cantos. Ése es el sentido original griego: un canto.

En la antigüedad se definía como “alabanza de Dios con canto”.

Los hebreos, griegos y romanos tenían sus himnos propios.

Los cristianos no tardaron mucho en tener los suyos.

Los mismos libros del Nuevo Testamento contienen himnos preciosos de la Iglesia primitiva.

Los herejes componían himnos para divulgar sus errores; los cristianos replicaban con otros, intentando neutralizar sus efectos.

Las épocas más actuales han conocido la existencia de muchos himnógrafos, cuyas composiciones han sido admitidas en la liturgia.

Tras el CVII se restituyeron himnos a su forma primitiva, y se introdujeron otros del rico repertorio de la Iglesia. El criterio que se tuvo fue cuida la forma y conservar rectamente su sentido cristiano cuando lo exigía el rigor teológico, la verdad histórica, el carácter psicológico de los hombres de nuestra época, el ritmo o el acento.