LA IMPORTANCIA DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO PARA LA TEOLOGÍA MORAL

by AdminObra

Patrono de los teólogos moralistas y él mismo excelente moralista, no tanto por su investigación o por haber creado “escuela” cuanto por el talente que sumió en su tiempo frente al estudio de la Teología Moral.

Fecundo escritor sobre teología y espiritualidad.

En su época, el siglo XVIII, la teología moral estaba sin unidad, dividida entre los partidarios de los distintos SISTEMAS MORALES.

San Alfonso quiso buscar un modelo más simple y seguro, emancipado de esos sistemas, con el fin de dar respuesta a la conducta moral de sus contemporáneos. Lo llevaría a cabo no como intelectual, sino como pastor: no por vía intelectual, sino pastoral.

Al inicio de su labor pastoral se mueve entre los sistemas morales conocidos con los nombres “tutiorismo” y “probabilismo”. Él mismo fue formado en el rigorismo (o “tutiorismo”). Más tarde se desplazó, por decirlo así, hacia el “probabiliorismo”, hasta llegar en sus principales lecciones de teología moral, “Thologia Moralis”, al “probabilismo”. Él explica esta deriva suya intelectual, y pastoral, de este modo: “seguir la sentencia probable, a favor de la libertad, siempre que no sea menos probable o al menos sea igualmente probable que la contraria a favor de la ley”. Será el sistema moral conocido como “equiprobabilismo”, o también, sistema “alfonsiano”.

Las características fundamentales de su doctrina moral son las siguientes:

  • Dimensión pastoral, siempre atento a la condición de los fieles uniendo teología moral y lo que, con el paso de los años, se considerará teología pastoral;
  • Rigor expositivo, a pesar de las múltiples citas, no abusa del argumento de autoridad, sino que se esfuerza por razonar sus conclusiones;
  • Apoyo a la conciencia y a la libertad en caso de que la ley no sea suficientemente clara.

Respecto al ministerio de confesor, se considera a San Alfonso como un modelo aunando por igual las exigencias ascéticas con la atención esmerada a las condiciones del sujeto.