JUEVES SANTO. Más aspectos

by AdminObra

Con el Triduo Pascual, a partir del Gloria de la misa “In Coena Domini”, no se tocan campanas –suena la popular matraca o carraca-.

El sagrario permanece abierto y vacío. Este día se consagra el pan suficiente para la Comunión del Jueves y Viernes Santo.

Lo que la Iglesia pretende con el signo del sagrario vacío y de la Comunión con el pan consagrado durante este día es comunicar lo que Jesús en realidad instituyó en la Última Cena, cuando partió el pan.

Tras la procesión de entrada, la Misa comienza de la manera acostumbrada. Al llegar el Gloria suenan las campanas, que ya no volverán a sonar hasta el Gloria de la Vigilia Pascual.