Hoy a las 18:30h. exposición del Santísimo Sacramento. Oraremos por los sacerdotes, por las vocaciones, y meditaremos en el Don de la Eucaristía.
“La Eucaristía es la CUMBRE de la religión y la CONSUMACIÓN de lo sagrado. En comparación con el resto de los sacramentos hay que verlos como preparación. El misterio de la PRESENCIA REAL de la persona histórica de Cristo en el seno de la Iglesia no desdice de la estructura del ente increado y del ente creado, sino que más bien se articula sumamente en ella.
Es la CONSUMACIÓN de todos los valores de la Trinidad, reflejado en la estructura de la criatura.
Es la CONSUMACIÓN de la POTENCIA DIVINA, conteniendo el prodigio sumo de la Transustanciación, de la persistencia de los accidentes, y de la presencia simultánea del cuerpo en más de un lugar.
Es también la CONSUMACIÓN del poder de la criatura, que se hace capaz de operar la transustanciación prodigiosa, recibe una prenda de su glorificación escatológica, y fortifica todas sus energías morales.
La Eucaristía es igualmente la CONSUMACIÓN de la SABIDURÍA, porque aparte de la comunicación que Dios hace de Sí mismo en la Creación, en la unión teándrica (Dios y hombre, perfectamente unidos en Jesucristo) y en la Gracia, encontró el modo admirabilísimo de comunicarse sacramentalmente en forma de alimento. Y así como en la Encarnación la naturaleza humana existió sin persona humana, siendo asumida por la persona divina, así en la Eucaristía los accidentes están sin su sustancia sostenidos prodigiosamente por la sustancia del cuerpo teándrico. (…).
Finalmente, la Eucaristía es la consumación del AMOR divino, porque anhelando comunicarse a la criatura de todas las formas posibles, el Infinito Amor (ya comunicado en la Creación, en la unión hipostática y en la Gracia) se comunica ahora nuevamente; y porque el hombre, al consumir el Cuerpo de Cristo, asume de manera misteriosa la divinidad. Y también se añade la Eucaristía al amor del hombre, porque al amor infinito de Dios el hombre se hace capaz de responder con un amor que camina por espacios infinitos fundiéndose y disolviéndose con el Amante”.
Romano Amerio.