Hoy, 18 de abril, la Iglesia celebra a:San SIMÓN, “BAR SABAS”, obispo y mártir. Persia. Obispo de Seleucia y después en Persia. Padeció persecución bajo el rey de Persia Sapor II por no querer recaudar dinero de los cristianos para él, por lo que fue arrestado. Se negó a arrodillarse ante el rey y a adorar al solo. Lo cargaron de cadenas y lo torturaron. Murió degollado junto con otros eclesiásticos. (341).
- Santos ELÍAS, presbítero, y PABLO e ISIDORO, monjes, mártires. Córdoba. Conocemos las actas de su martirio gracias a San Eulogio. Confesaron con firmeza su fe en Jesucristo por lo que sus cuerpos fueron colgados en patíbulos y arrojados, posteriormente, al río. (856).
- Beata MARÍA ANA de JESÚS NAVARRO de GUEVARA, virgen. Madrid. Se negó a casarse por lo que fue tratada con dureza. Su deseo era ser religiosa. Al final, su familia respetó su deseo. Sin embargo, ningún convento la admitió. Ayunaba con frecuencia, hacía penitencias, oraba sin descanso, acudía mucha gente a buscar consejo. Tocaba la guitarra y cantaba. Finalmente, fue admitida como terciaria mercedaria. Murió de pleuresía. (1624).
Hoy destacamos a SANTA CATALINA TEKAKWITHA
Es la primera santa piel roja. Nació en 1656 en Canaouga, cerca del actual Nueva York. Hija de un gran jefe iroqués y de una algonquina ya cristiana. A los cuatro años murieron sus padres y su hermano de viruela. A ella le quedaron cicatrices de la enfermedad, y problemas de visión, por eso la llamaban “la que tropieza en las cosas”.
La recogería un tío a los ocho años y la emparejaron con un niño a la espera que se casaran.
Pero ella quería dedicar su vida a Dios. En 1666 unos soldados franceses e indios hostiles del Canadá atacaron las fortalezas y su aldea. Los supervivientes se trasladaron a Fonda donde construyeron un pueblo fortificado.
A los 18 años, comenzó en secreto a interesarse por la fe católica. Su tío, hostil a esta religión, finalmente, consintió que se convirtiera al cristianismo, a condición de que no se marchara de la aldea.
Fue bautizada en 1676, a los 20 años, por misioneros jesuitas franceses. Tendría que soportar burlas y desprecios por su conversión. Fue sometida a acusaciones injustas e incluso su vida se vio amenazada. Por ello huiría de su aldea, andando trescientos kilómetros hasta un asentamiento indígena cristiano en Canadá.
Allí sería conocida por su dulzura, amabilidad y buen humor.
1677 recibió la Primera Comunión, y en 1679 hizo voto de virginidad perpetua, y se ofreció a la Virgen para que la aceptara como hija.
Destacó por su devoción a la Eucaristía y a la Pasión. Enseñaba oraciones a los niños y ayudaba a los ancianos y a los enfermos.
Después de una grave enfermedad murió en 1680. Sus últimas palabras fueron “Jesús, te amo”.