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Recordemos que este ejercicio de piedad ofrece la posibilidad de ganar la indulgencia plenaria tal como recuerda el Manuel de Indulgencias.
En él actualizamos el recuerdo de los sufrimientos que soportó el Redentor en el camino desde el Pretorio de Pilato, donde fue condenado a muerte, hasta el Monte Calvario, donde murió en la Cruz por nuestra salvación.
Para ganar la indulgencia se establece (con los consabidos requisitos):
- Ejercitarse ante las estaciones del Vía Crucis.
- Mantener las catorce lecturas piadosas con los añadidos de las oraciones vocales. También bastaría una consideración sobre cada uno de los misterios de las catorce estaciones.
- Se requiere el paso de una estación a otra; al menos, del que lo dirige.
- Los que están impedidos pueden lucrar la indulgencia si al menos dedican un cuarto de hora a la piadosa lectura y meditación de la Pasión y Muerte del Señor.