Hoy, 8 de junio, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San MAXIMINO. En Aix-en-Provence, Galia. Fue el que inició el cristianismo en esa ciudad. (s. I).
  2. San GILDARDO, obispo. En Rouen. (514).
  3. San MEDARDO, obispo. En Soissons, Galia. Al frente de la sede de San Quintín, se trasladó a Noyon donde trabajó para la conversión del pueblo del paganismo a la fe. (560).
  4. San FORTUNATO, obispo. En Fano, Italia. Se ocupó de la redención de cautivos. (s. VI).
  5. San CLODULFO, obispo. En Metz. Hijo de San Arnulfo y consejero real. (660).
  6. San GUILLERMO FITZHERBERT, obispo. En York. Varón amable y benigno. Depuesto injustamente de su sede, se retiró entre los monjes de Winchester, y tras ser restituido en sus funciones, perdonó a sus enemigos y favoreció la paz entre todo el pueblo. (1154).
  7. Beato JUAN DAVY, diácono y mártir. En Londres. Cartujo. Bajo Enrique VIII, por su fidelidad fue encarcelado y sometido a crueles torturas. Murió finalmente de hambre. (1537).
  8. Beata MARÍA del DIVINO CORAZÓN de JESÚS DROSTE zu VISCHERING, religiosa. Oporto. Promovió con tesó la devoción al Sagrado Corazón. (1899).
  9. Beata MARÍA TERESA CHIRAMEL MANKIDIYAN, virgen. En Kerala, India. Insigne por su vida eremítica en medio de una austera penitencia, buscó a Cristo en los más pobres y abandonados y fundó la Congregación de Religiosas Misioneras de la Sagrada Familia. (1926).
  10. Beato NICOLÁS MEDDA de GESTURI, religioso. En Cerdeña. Capuchino. Siempre preparado para atender a los pobres, con el ejemplo de su virtud y de su benignidad incitó a muchos al amor a los más necesitados. (1958).

Hoy recordamos especialmente al Beato JACOBO BERTHIEU

Nació en Monlogis (Francia), diócesis de Saint-Flour, el año 1838. Después de estudiar en el seminario diocesano, se ordenó de sacerdote en 1864, y estuvo ejerciendo el ministerio parroquial hasta que, en 1873, ingresó en los jesuitas. Dos años después lo enviaron como misionero a Madagascar. Ejerció su ministerio en varias misiones y se encontró con las dificultades añadidas provenientes de los problemas políticos. Las guerras franco-malgaches lo obligaron a ir cambiando de campo de apostolado. Durante años hizo una magnífica labor misionera. En la paz y en la guerra anunció con entereza sola y exclusivamente el mensaje de Cristo. En 1894 fue capturado por los insurgentes en Andrainarivo cuando acompañaba a sus cristianos evacuados de los poblados. Lo presionaron repetidas veces para que abandonara su fe, propuesta que él rechazó siempre, y los fetichistas, irritados por su negativa, lo sometieron a una muerte cruel en Ambiatibé (Madagascar), el 8 de junio de 1896, y arrojaron su cadáver el río Manarana.