Hoy, 7 de noviembre, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San PROSDÓCIMO, obispo. Padua. Primer obispo de este lugar. (100).
  2. San ATENODORO, obispo. Ponto. Hermano de San Gregorio Taumaturgo. Pese a su juventud se le consideró digno del episcopado. (304).
  3. San AMARANTO, mártir. Albi. (s. IV).
  4. San HIERÓN y COMPAÑEROS, mártires. Melitene, Armenia. (300).
  5. San HERCULANO, obispo y mártir. Perugia. Por orden de Totila, rey de los godos, fue decapitado. (594).
  6. San BALDO, obispo. Tours. Distribuyó en limosnas para los pobres el dinero que le había dejado su predecesor. (552).
  7. San CUNGARO, abad. Congrebury. Bretón de origen. (s. VI).
  8. San FLORENCIO, obispo. Estrasburgo. Sucesor de San Arbogasto. (693).
  9. San WILIBORDO, obispo. Echternach, Austrasia. Inglés de nacimiento. Lo ordenó el papa San Sergio I. Predicó el Evangelio en Frisia y en Dinamarca. Fundó sedes episcopales y monasterios hasta que falleció en uno de los monasterios que él levantó agobiado de trabajo y gastado por la edad. (739).
  10. San LÁZARO, estilita. Éfeso. Vivió muchos años sobre una columna. Cargado de hierros y cadenas, y contento, con solo pan y agua. Con esa vida tan austera atrajo a muchos fieles. (1054).
  11. San ENGERLBERTO, obispo y mártir. Colonia. Por defender la justicia y la libertad de la iglesia, yendo de camino fue asaltado por unos sicarios, que le hirieron de muerte. (1225).
  12. Santos JACINTO MARÍA CASTAÑEDA y VICENTE LÊ QUANG LIÊM, presbíteros y mártires. Tonkín. Dominicos. Muertos en tiempo del rey Tring Sâm. (1773).
  13. San PEDRO WU GUOSHENG, catequista y mártir. Guizhou, China. Estrangulado por fidelidad a Cristo. (1814).
  14. Beato VICENTE GROSSI, presbítero. Cremona. Dedicado al ministerio parroquial, fundó la Congregación de Hijas del Oratorio. (1917).

Hoy recordamos especialmente al Beato ANTONIO BALDINUCCI

A pesar de que su débil salud le impidió ir como misionero a la India, China o Japón, Antonio Baldinucci (1665-1717) tuvo una intense vida misionera en su propio país. Había nacido cerca de Florencia y entró en la Compañía en el noviciado de San Andrés en Roma el año 1681.

Mientras estudiaba en Roma no era raro que Baldinucci pasase las tardes de los domingos en las plazas de la ciudad, animando a los que se le acercaban a que fuesen a escuchar las misiones que se daban en las parroquias.

Fue una práctica que no dejó nunca. Entre 1697 y 1717 visitó 30 diócesis y dio una media de 22 misiones al año. Su predicación era sencilla pero viva, a veces alcanzaba cierto dramatismo y era efectista. La gente le reconocía como persona de profunda oración y extraordinaria penitencia.

En 1687 el P. Baldinucci se hizo cargo de su primera misión, trabajando en la parroquia de Frascati, ciudad no lejana de Roma. A lo largo de cuatro meses recorría las poblaciones de los alrededores dando misiones. Este trabajo se prolongó durante veinte años, en el entorno de Frascati y Viterbo, al norte de Roma. Acudía al lugar de la misión descalzo, sin importarle el tiempo que hiciese, en su mano un bastón de peregrino, sus apuntes y muy pocas cosas de viaje metidas en un saquillo a la espalda. Las misiones, que solían durar como media entre ocho y catorce días, se centraban en meditaciones de los Ejercicios de San Ignacio. Normalmente tenía una procesión penitencial para llevar a la población al sacramento de la reconciliación, y la misión acababa siempre con una comunión general para que todos recibieran la Eucaristía. Cuando no se hallaba en el púlpito estaba oyendo confesiones o enseñando el catecismo. El momento final de la misión hacía encender fuego dentro de la iglesia: allí eran echadas barajas de cartas, dados, libros y canciones mundanos. Otros depositaban puñales y pistolas a sus pies.

Su última misión fue en Pofi, a donde llegó el 18 de octubre de 1717. Su salud se resentía ya. El 26 de octubre llegó a estar tan débil que le hicieron guardar cama, y allí resistió hasta el 7 de noviembre.