Hoy, 7 de enero, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San POLIEUTO, mártir. En Armenia. Siendo soldado, a raíz del decreto del emperador Decio que obligaba a sacrificar a los dioses, rompió los ídolos, por lo cual fue cruelmente martirizado, y, finalmente, decapitado. Recibió el “bautismo de sangre”. (250).
  2. San VALENTÍN, obispo. Actual Alemania. (450).
  3. San CRISPINO, obispo. En Pavía. (467).
  4. San TILÓN, monje. En Aquitania. Discípulo de San Eloy. Fue orfebre. (702).
  5. San CIRO, obispo. En Constantinopla. Murió en el destierro después de ser depuesto de su sede constantinopolitana. (714).
  6. San ALDERICO, obispo. En Le Mans, Francia. Se esforzó en promover el culto a Dios y a los santos. (856).
  7. San CANUTO, noble. En Dinamarca. Ejerció el poder, en su Ducado de Schleswig, con equidad y justicia. Murió asesinado por sus enemigos. (1131).
  8. San RAIMUNDO de PEÑAFORT, presbítero. Barcelona. Dominico. Maestro eximio en Derecho Canónico, que escribió muy acertadamente sobre el sacramento de la Penitencia. Elegido Maestro General de la Orden, preparó la redacción de nuevas Constituciones, y tras llegar a edad muy avanzada, falleció. (1275).
  9. Beato MATEO GUIMERÁ, obispo. En Sicilia. Franciscano, que propagó la devoción al Santísimo Nombre de Jesús. (1351).
  10. Beato AMBROSIO FERNÁNDEZ, mártir. En Japón. Se fue a tierras de Oriente con afán de lucro, pero, convertido, fue admitido en la Compañía de Jesús, y, después de haber sufrido mucho, murió en la cárcel. (1620).
  11. San JOSÉ TUÂN, mártir. En Tonkín, Vietnam. Padre de familia, y agricultor. Por negarse a pisar una cruz fue decapitado. (1862).

Hoy recordamos especialmente a la Beata MARÍA TERESA HAZE

Nació en Lieja (Bélgica), en una familia profundamente religiosa. Se llamaba Jeanne Haze. En 1789, a causa de la revolución, su padre se ve obligado a huir y vivir clandestinamente. La familia, objeto de represión, tuvo que abandonar Bélgica. El padre murió en el destierro, y una vez pasada la revolución, regresaron a Lieja, y se encontraron los bienes confiscados. Junto a su madre, se ganó la vida trabajando haciendo bordados.
Lieja cayó bajo el dominio holandés, y la ciudad estaba asolada, la pobreza reinaba por sus calles. En unión con su hermana Ferdinande, abrió una escuela gratuita para jóvenes desfavorecidas, donde no sólo se aprendía, sino que también se hacía oración y catequesis, esta escuela estaba incardinada en la parroquia de San Bartolomé. Se dedicó al apostolado en el campo de la enseñanza y de asistencia a los más pobres y enfermos.
En 1883, fundó las Hijas de la Cruz de Lieja, para el servicio de los pobres y humildes junto el padre Habets, que será su director espiritual y mayor valedor. El obispo Van Bommel, concedió a Juana y colaboradoras ser consideradas como religiosas, permaneciendo como maestras entregadas al servicio de los pobres, lo cual fue una novedad para la época. El obispo le confió la dirección de la nueva Congregación y tomó el nombre de María Teresa del Sagrado Corazón de Jesús. El nombre de la Congregación le vino después de un arrebato místico. Las constituciones fueron aprobadas por el Papa beato Pío IX en 1851.
La nueva fundación se expandió y estuvieron presentes en los campos de batalla de Alemania y Francia en 1866 y 1870, y durante las epidemias de cólera y viruela de 1849 y 1866. Fundó en Pakistán, la India e Inglaterra. Se dedicaron a todos los campos, las prostitutas, los enfermos, los pobres, los presos. Tenía una fe inquebrantable y decía: «Dios lo quiere, por lo tanto, se hará». Falleció en Lieja de una dolorosa enfermedad.