- San ZACARÍAS, profeta.
- San ONESÍFORO. Roma. Sirvió a San Pablo en Éfeso. (s. I).
- Santos DONACIANO, PRESIDIO, MANSUETO, GERMÁN y FÚSCULO, obispos y mártires. Norte de África. En la persecución del rey vándalo Hunerico, fueron cruelmente apaleados y desterrados. También estaba con ellos Leto, obispo de Nepte, actual Túnez, varón valiente y doctísimo quien, después de larga prisión, fue quemado vivo. (s. V).
- San ELEUTERIO, abad. Spoleto. Destacó por su sencillez y compunción de espíritu. (s. VI).
- San CAGNOALDO, obispo. Laon, Galia. Discípulo de San Columbano y único ministro ayudante en el eremo cercano a Briançon. (632).
- Santa BEGA, monja. Cumberland, Inglaterra. (660).
- San MAGNO, abad. Baviera. Al frente del monasterio de Füssen. (s. VIII).
- Beato DIEGO LLORCA LLOPIS, presbítero y mártir. Alicante. Asesinado por odio a la fe. (1936).
- Beato PASCUAL TORRES LLORET, mártir. Valencia. Padre de familia asesinado por odio a la fe. (1936).
- Beato MIGUEL CZARTORYSKI, presbítero y mártir. Varsovia. Dominico. Fusilado en su parroquia por mantenerse firme a la fe. (1944).
Hoy destacamos a BEATO BERTRÁN de GARRIGUES
Nació en Nimes, Francia.
Fue educado en un ambiente católico.
Le tocó vivir un tiempo confuso por las herejías, que provocaban luchas continuas.
En 1200, Raimundo IV de Toulouse, albigense, estaba dispuesto a acabar con los monasterios católicos. Especialmente con los del Císter.
Beltrán, ya presbítero, se había unido al Císter como predicador, y cuando Simón de Montfort emprendió la cruzada contra los albigenses en 1215, Beltrán entró en contacto con Santo Domingo de Guzmán, formando parte del grupo de seis predicadores que darían origen a la orden dominicana.
Después de un año de vida en común en Toulouse, se dispersaron.
Beltrán fue un enviado a París con algunos compañeros, e hicieron una fundación cerca de la universidad. Pero Domingo le llamó a Roma y le envió, junto con fray Juan de Navarra, a establecer la orden en Bolonia.
En 1219 Beltrán acompañó a Domingo en el único viaje que hizo a París.
En el segundo capítulo general, celebrado en Bolonia en 1221, la orden dominica quedó organizada en ocho provincias y Beltrán fue nombrado prior de la de Provenza.
Se dedicó con ahínco a la predicación y a extender y afianzar la orden, siempre fiel a las consignas del fundador.
Murió con fama de santo en la abadía cisterciense de Orange, Provenza, en 1230.