Hoy, 5 de mayo, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San JOVINIANO, lector y mártir. En Auxerre, Galia Lugdunense. (s. III).
  2. San EUTIMIO, diácono y mártir. En Alejandría de Egipto. (305).
  3. San MÁXIMO de JERUSALÉN, obispo. En condenado por Maximino Daya a trabajos forzados en las minas. Después de haberle arrancado un ojo y quemado la piel con hierros candentes. Alcanzada la libertad, pudo marchar de allí y fue nombrado obispo de Jerusalén, en donde, con el prestigio de su confesión, descansó en el Señor. (350).
  4. San BRITÓN, obispo. En Tréveris, Galia belga. Defendió a su grey de los errores del priscilianismo, aunque junto con San Ambrosio, obispo de Milán, y San Martín, obispo de Tours, trató en vano de detener la violencia de quienes reclamaban la ejecución de Prisciliano y sus seguidores. (386).
  5. San HILARIO, obispo. En Arlés, Provenza. Después de llevar una vida eremítica en Lérins, fue promovido al episcopado, en donde trabajando con sus propias manos, vistiendo una sola túnica tanto en verano como en invierno y viajando a pie, manifestó a todos su amor por la pobreza. Entregado a la oración, los ayunos y las vigilias, y perseverando en una predicación continua, mostró la misericordia de Dios a los pecadores, acogió a los huérfanos y no dudó en destinar para la redención de cautivos todos los objetos de plata que se conservaban en la basílica. (449).
  6. San NICECIO, obispo. En Vienne. (s. V).
  7. San GERONCIO, obispo. En Milán. (472).
  8. San MAURONTO, abad y diácono. En Marchiennes, Galia belga. Discípulo de San Amando. (702).
  9. San SACERDOTE, obispo. En Limoges, Aquitania. Primero fue monje y abad. Más tarde designado obispo, si bien al final de su vida quiso volver de nuevo a la vida monástica. (s. VIII).
  10. San GOTARDO, obispo. En Hildesheim, Sajonia. Primero abad del monasterio de Niederaltaich, visitó y renovó otros monasterios, y al morir San Bernardo le sucedió en la sede episcopal, donde promovió la vida cristiana de su Iglesia, restableció en el clero la disciplina regular y abrió diversas escuelas. (1038).
  11. San LEÓN, eremita. En Calabria. Entregado a la oración y a las obras de misericordia en favor de los pobres, murió en el monasterio de Africo. (s. XIII).
  12. San AVERTINO, diácono. En Vençai, Tours. Acompañó a Santo Tomás Becket al destierro, y a la muerte de éste volvió a dicho lugar, donde vivió como eremita. (1189).
  13. Beato BIENVENIDO MARENI, religioso. En Recanati, Piceno italiano. Franciscano. (1289).
  14. Beato NUNCIO SULPRIZIO. En Nápoles. Después de haber quedado huérfano, con una pierna infectada por la caries y el cuerpo exhausto, soportó sus sufrimientos con ánimo sereno y alegre. Dispuesto siempre a ayudar a todos, y pobre entre los pobres, consoló en gran manera a los demás enfermos y alivió sus miserias. (1836).
  15. Beata CATALINA CITTADINI, virgen. Bérgamo. Privada de sus padres desde la infancia, llegó a ser una paciente y competente maestra, que cuidó con esmero una institución dedicada a la educación cristiana de niñas pobres, y con esta misma finalidad fundó el Instituto de Hermanas Ursulinas de Somasca. (1857).

 

Hoy recordamos especialmente al Beato GREGORIO FRACKOWIAK

Boleslao Franckowiak nace en Lowecice, Polonia, el 18 de julio de 1911 en el seno de una familia numerosa. Tras hacer los estudios elementales en la escuela pública, ingresa en el seminario menor de los Misioneros del Verbo Divino en Bruczkow, y habiendo madurado su vocación religiosa, ingresa en el noviciado de la congregación en Gorna Grupa el 8 de septiembre de 1930, y dos años más tarde en calidad de hermano coadjutor hace los votos religiosos. En religión toma el nombre de hermano Gregorio. En 1938 y en la misma fecha de la Natividad de la Virgen María emitiría los votos perpetuos.

Su trabajo estuvo en la imprenta de la congregación, encargado de la encuadernación. Estaba destinado en la casa de Gorna Grupa cuando, ocupada Polonia por los nazis, la convirtieron éstos en casa de internamiento de los sacerdotes y religiosos arrestados. Los sacerdotes de su comunidad fueron también arrestados pero no así los hermanos, a quienes se les dio licencia para marcharse. Pero el hermano Gregorio prefirió quedarse para atender a los arrestados. Una vez que los arrestados fueron llevados a los campos de concentración, el hermano Gregorio hubo de abandonar Gorna Grupa y volver a su pueblo natal.

Aquí se dedicó a preparar secretamente a los niños para la primera comunión y a dar catequesis a cuantos podía, así como llevar en secreto la comunión a los enfermos y a otras muchas personas. Los alemanes le obligaron a trabajar en la imprenta de Jarocin. Su martirio tuvo lugar cuando él afrontó la responsabilidad de hojas clandestinas patrióticas que habían circulado y por las que había sido arrestada mucha gente a la que él quería salvar. Arrestado en septiembre de 1942, pasó por varias cárceles hasta que fue llevado a Dresde y aquí fue guillotlnado el 5 de mayo de 1943. Su celo apostólico, su entrega al bien de todos y su exquisita caridad le habían granjeado el aprecio de todos.