- San PANTALEÓN, mártir. Nicomedia. Venerado en Oriente por haber ejercido como médico sin esperar retribución alguna. (305).
- San DESIDERATO, obispo. Montes de Jura, Francia. (s. V).
- San CELESTINO I, papa. Roma. Se esforzó para que la Iglesia se mantuviese en la verdadera fe y ampliase su extensión. Instituyó el episcopado en Gran Bretaña y e Irlanda. Promovió la celebración del Concilio de Éfeso en donde se condenó a Nestorio y se saludó a María como Madre de Dios. (432).
- San SIMEÓN, monje. Antioquía de Siria. Durante muchos años vivió sobre una columna. Su vida y trato con todos fue admirable. (459).
- San URSO, abad. Tours. Padre de muchos cenobios. Célebre por su abstinencia y sus virtudes. (s. VI).
- San ECLESIO, obispo. Rávena. Compañero del papa San Juan I en la resistencia a las crueldades del rey Teodorico y, después de haberlas sobrevivido tan sólo él, llevó a su Iglesia a nuevo esplendor. (532).
- San GALACTARIO, obispo y mártir. Pirineos vasco-franceses. (s. VI).
- Santa ANTUSA, monja. Mantinea, Grecia. Siendo emperador Constantino Coprónimo, por defender el culto a las imágenes sufrió la pena de azotes, tras lo cual fue desterrada. Finalmente, pudo regresar a su patria, donde murió en paz. (s. VIII).
- Santos JORGE, monje y diácono, AURELIO y SABIGÓTONA, esposos, y FÉLIX y LILIOSA, esposos; mártires. Córdoba. Durante la persecución sarracena fueron decapitados mientras alababan a Cristo en la cárcel. (853).
- San CLEMENTE de OCHIRIDA, obispo. Ilírico, Macedonia. Obispo de Velica. Insigne por su erudición y por sus conocimientos de las ciencias sagradas, que llevó la luz de la fe al pueblo búlgaro. (ss. IX/X).
- Beato BERTOLDO, abad. Estiria, Austria. Siempre dando buenos consejos, y ayudando a los que acudían a él. (1142).
- Beato RAIMUNDO PALMERIO, padre de familia. Emilia-Romaña. Al enviudar y al perder a sus hijos, fundó un albergue para recibir a los pobres. (1200).
- Beato NEVOLONE, ermitaño. Emilia-Romaña. Insigne por sus peregrinaciones, por su austeridad y por la práctica de la vida ermitaña. (1280).
- Beato ROBERTO SUTON, presbítero y mártir. Stafford. Ahorcado en tiempo de Isabel I por ser sacerdote. (1588).
- Beato GUILLERMO DAVIES, presbítero y mártir. Beaumaris, País de Gales. También martirizado mientras oraba por los presentes. (1593).
- Beata MARÍA MAGDALENA MARTINENGO, abadesa. Brescia, Italia. Clarisa. Insigne por su abstinencia. (1737).
- Beato JOAQUÍN VILANOVA CAMALLONGA, presbítero y mártir. Ollería, Valencia. Durante la persecución religiosa en España. (1936).
- Beato MODESTO VEGAS VEGAS, presbítero y mártir. Barcelona. Franciscano. Martirizado durante la persecución religiosa en España. (1936).
- Beatos FELIPE HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, ZACARÍAS ABADÍA BUESA y SANTIAGO ORTIZ ALZUETA, religiosos y mártires. Barcelona. Martirizados durante la persecución religiosa en España. (1936).
- Beata MARÍA CLEMENTE de JESÚS CRUCIFICADO STASZEWSKA, virgen y mártir. Campo de Concentración de Auschwitz. Internada en ese lugar donde murió a causa de los terribles suplicios. (1943).
Hoy recordamos especialmente a la Beata LUCÍA BULAFARI
Lucía Bufalari nació en Castel Ponziano, localidad de Umbría. Era hermana del Beato Juan de Reiti. Como su hermano, Lucía ingresó en la orden de los Ermitaños de San Agustín y llegó a ser superiora del convento de Amelia. En el claustro practicó las más severas mortificaciones y desplegó una virtud heroica en el servicio de Dios. El pueblo empezó a invocarla en cuanto murió. Su culto fue confirmado en 1832. Lamentablemente, la única fuente para conocer su vida, «I Secoli Agostiniani» de Torrelli (siglo XVII), resulta inutilizable por estar plagada de tópicos y lugares comunes en vez de transmitir los hechos que fehacientemente se hubieran conservado sobre la beata.