- San MELQUISEDEC, rey de Salem.
- San MAXIMILIANO, mártir. Roma. (s. inc.).
- San ANASTASIO, mártir. Dalmacia. (s. III).
- San ALEJANDRO, mártir. Bérgamo. (s. III).
- Beato JACOBO RETOURET, presbítero y mártir. Rochefort. Carmelita. Encerrado en una sórdida nave prisión donde moriría de frío, sin apenas ropas. (1794).
- Santa JUANA ISABEL BICHIER des ÂGES, virgen. Poitiers. Durante la Revolución Francesa ayudó a San Andrés Huberto Fournet a ejercer clandestinamente su ministerio y, restablecida la paz en la Iglesia, fundó la Congregación de las Hijas de la Cruz, para la instrucción de los pobres y la ayuda a los enfermos. (1838).
- Beata MARÍA de JESÚS CRUCIFICADO BAOUARDY, virgen. Belén de Judea. Carmelitas. Colmada de carismas místicos, unió la vida contemplativa con una singular caridad. (1878).
- Santa TERESA de JESÚS JORNET e IBARS, virgen. Liria, Valencia. Para asistir a ancianos fundo el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. (1897).
- Beato AMBROSIO VALLS MATAMALES, presbítero y mártir. Valencia. Capuchino. Martirizado por odio a la fe. (1936).
- Beato PEDRO MAX GINESTAR, presbítero y mártir. Alicante. Martirizado por odio a la fe. (1936).
- Beata LEOCADIA HARASYMIC, virgen. Siberia. Congregación de Religiosas de San José. Oprimida su patria por los comunistas, fue conducida a aquel campo de concentración, donde con su muerte unió a la pureza su perseverancia. (1952).
Hoy recordamos especialmente a la Beata MARÍA BELTRAME QUATTROCCHI
María Corsini nació en Florencia el 24 de junio en 1881, criada en el seno de una familia católica y desde pequeña practicó fervientemente su fe, asistiendo todos los domingos a Misa y participando de los sacramentos. Fue profesora y escritora de temas de educación, comprometida en varias asociaciones (Acción Católica, Scout, etc.).
Conoció a quien sería su esposo, Luis Beltrame Quattrocchi, en Roma cuando era adolescente; se casaron en la basílica Santa María la Mayor el 25 de noviembre de 1905.
En 1913, la joven familia atravesó un momento doloroso y bastante incierto cuando el embarazo de María tuvo serias complicaciones y los médicos pronosticaban que no sobreviviría al parto, ni tampoco el no nacido. Aunque los doctores manifestaron que un aborto podría salvar la vida de María, ésta consultando con su esposo, decidió confiar en la protección divina de Dios. Y, si bien es cierto el embarazo fue duro, tanto madre e hijo milagrosamente sobrevivieron. Esta experiencia llevó a toda la familia a consolidar su vida de fe y trabajar duro por sus anhelos de santidad.
Tuvieron en total cuatro hijos:
Filippo (hoy Mons. Tarcisio de la diócesis de Roma), nacido en 1906;
Stefania (sor Maria Cecilia), nacida en 1908 y fallecida en 1993;
Cesare (hoy padre Paolino), nacido en 1909; y
Enrichetta, la menor (la del difícil embarazo), que nació en 1914.
Sus dos hijos varones se encontraban entre los sacerdotes que concelebraron la Misa de beatificación con el Papa Juan Pablo II.
La familia Beltrame Quattrochi fue conocida por todos por su activa participación en muchas organizaciones católicas. Luigi fue un respetado abogado, quien ocupó un cargo importante dentro de la política italiana. María trabajó como voluntaria asistiendo a los etíopes en dicho país durante la segunda guerra mundial.
El ahora beato Luigi fue llamado a la Casa del Padre en 1951, y María, su fiel esposa, lo hacía posteriormente en 1965.