Hoy, 25 de noviembre, la Iglesia celebra a:

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  1. Santa CATALINA, mártir, que, según la tradición, fue una virgen de Alejandría dotada de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. (s. inc.)
  2. San MERCURIO, mártir, en Cesarea de Capadocia. (250).
  3. San MOISÉS, presbítero y mártir, en Roma, que, en la persecución desencadenada por Decio, cuidó de los cristianos de Roma, y apoyó que se diese la reconciliación a los lapsos que estuviesen enfermos y moribundos, a quienes consolaba con las cartas de San Cipriano de Cartago durante el largo tiempo que estuvo en la cárcel. Sufrió un martirio admirable. (251).
  4. San PEDRO, obispo y mártir, en Alejandría de Egipto. Que, dotado de todas las virtudes, al ser decapitado por mandato del Emperador Galerio Maximiano, fue la última víctima de la gran persecución y como el sello de los mártires. Con él se conmemoran tres obispos egipcios, a saber, HESIQUIO, PACOMIO y TEODORO, junto con otros muchos. (305/311).
  5. San MÁRCULO, obispo y mártir, en Numidia, actual Argelia. Despeñado desde una roca durante la persecución del Emperador Constante. (347).
  6. San MAURINO, mártir, en Aquitania, hoy Francia. Dedicado a la evangelización de los campesinos fue despiadadamente destrozado por los paganos. (s. VI).
  7. Beata ISABEL ACHLER, virgen. En Suabia, Germania, actual Alemania. Por sobrenombre, “buena”, que, viviendo como recluida de la Tercera Orden Regular de San Francisco cultivó en grado admirable la humildad, la pobreza, la mortificación corporal. (1420).
  8. San PEDRO YI HO-YONG, mártir. Seúl. Siendo catequista, fue hecho prisionero por unos sicarios, juntamente con su hermana Santa Águeda Yi So-sa, y por permanecer firme en la confesión de la fe, después de quebrarle por tres veces los huesos, le mantuvieron cuatro años en la cárcel, donde finalmente murió. Fue el primero de los mártires de ese país. (1838).
  9. Beato JACINTO IGNACIO SERRANO LÓPEZ, mártir y religioso, dominico. En Puebla de Híjar, Teruel, fusilado por odio a la fe en España. (1936).
  10. Beato SANTIAGO MESEGUER BURILLO, mártir y presbítero. También dominico. Martirizado en Barcelona. (1936).

Hoy recordamos especialmente a la Beata BEATRIZ de ORNACIEUX

Beatriz de Ornacieux nació de noble linaje en la segunda mitad del siglo XII, en el sureste de Francia. A los trece años, con la precoz madurez de las mujeres medievales, ingresó en las monjas cartujas de Parménie, donde tuvo por maestra de novicias a Margarita de Oingt, monja muy conocida aún hoy por los escritos que nos ha legado. Entre los escritos de Margarita encontramos la vida de su santa novicia.

Beatriz era muy caritativa y paciente, socorriendo todas las necesidades de sus hermanas, trabajando en la cocina y en la enfermería.

El Maligno la atormentaba con espantosas fantasías impuras y fantasmas nocturnos: animales feroces y ruidos espantosos. Al principio su reacción fue pedir a Dios que la sacara del exilio de esta vida terrenal, pero una voz milagrosa le dijo que no deseara nada que no cumpliera la voluntad de Dios. «Recibe los consuelos que te doy y no rechaces los sufrimientos que te envío», añadió la voz. A partir de entonces se abandonó en las manos de Dios y sólo quiso hacer su voluntad.

Beatriz era un alma ardiente, encendida de amor por su Esposo Jesucristo. Este amor fue el motor de la vida de penitencia que llevó para seguir a Cristo lo más de cerca posible en sus sufrimientos. Él respondió a su ardiente amor y a sus sacrificios concediéndole un conocimiento íntimo de Sí mismo. Más tarde, sin embargo, el aparente abandono del Señor la hizo sufrir mucho. Finalmente, Beatriz gozó de la plena unión con Dios y recobró la perfecta paz de su alma, para no perderla nunca más.

En 1300, Parménie hizo una nueva fundación en Eymeu, también en el sureste de Francia. Beatriz fue elegida fundadora y priora. Allí murió santamente, el 25 de noviembre de 1303.