- Santa CATALINA, mártir, que, según la tradición, fue una virgen de Alejandría dotada de agudo ingenio y sabiduría como de fortaleza de ánimo. (s. inc.)
- San MERCURIO, mártir, en Cesarea de Capadocia. (250).
- San MOISÉS, presbítero y mártir, en Roma, que, en la persecución desencadenada por Decio, cuidó de los cristianos de Roma, y apoyó que se diese la reconciliación a los lapsos que estuviesen enfermos y moribundos, a quienes consolaba con las cartas de San Cipriano de Cartago durante el largo tiempo que estuvo en la cárcel. Sufrió un martirio admirable. (251).
- San PEDRO, obispo y mártir, en Alejandría de Egipto. Que, dotado de todas las virtudes, al ser decapitado por mandato del Emperador Galerio Maximiano, fue la última víctima de la gran persecución y como el sello de los mártires. Con él se conmemoran tres obispos egipcios, a saber, HESIQUIO, PACOMIO y TEODORO, junto con otros muchos. (305/311).
- San MÁRCULO, obispo y mártir, en Numidia, actual Argelia. Despeñado desde una roca durante la persecución del Emperador Constante. (347).
- San MAURINO, mártir, en Aquitania, hoy Francia. Dedicado a la evangelización de los campesinos fue despiadadamente destrozado por los paganos. (s. VI).
- Beata BEATRIZ de ORNACIEUX, virgen. En Valence, Francia. De la Orden de la Cartuja, insigne en el amor a la Cruz, que vivió y murió con pobreza extrema en el monasterio de Eymeu, fundado por ella misma. (1309).
- Beata ISABEL ACHLER, virgen. En Suabia, Germania, actual Alemania. Por sobrenombre, “buena”, que, viviendo como recluida de la Tercera Orden Regular de San Francisco cultivó en grado admirable la humildad, la pobreza, la mortificación corporal. (1420).
- San PEDRO YI HO-YONG, mártir. Seúl. Siendo catequista, fue hecho prisionero por unos sicarios, juntamente con su hermana Santa Águeda Yi So-sa, y por permanecer firme en la confesión de la fe, después de quebrarle por tres veces los huesos, le mantuvieron cuatro años en la cárcel, donde finalmente murió. Fue el primero de los mártires de ese país. (1838).
- Beato SANTIAGO MESEGUER BURILLO, mártir y presbítero. También dominico. Martirizado en Barcelona. (1936).
Hoy recordamos especialmente al Beato JACINTO IGNACIO SERRANO LÓPEZ
Huérfano de padre y madre desde los seis años de edad, permaneció bajo la tutela de un tío que quiso orientarlo hacia los trabajos del campo, pero su inclinación era el estudio. Intervino el padre Francisco Calvo y lo condujo al convento dominicano de Barcelona donde pudo estudiar hasta cumplir los doce años. Después ingresó en el Seminario Menor de Solsona (Lérida) y vistió el hábito en 1916. Profesó en 1917 y comenzó estudios de Filosofía. En 1918 pasó a continuarlos e iniciar la Teología en Valencia.
Fue ordenado presbítero en 1924. Se matriculó en la Universidad de Valencia y cursó Ciencias Físicas. Fue destinado a enseñar, primero en Calanda (Teruel) y luego en Valencia. Fue administrador y subdirector de la revista Rosas y Espinas, y director en 1935-1936, y daba también clases en el Estudio General. En 1933 obtuvo la licenciatura en Ciencias Físicas, y colaboró desde sus comienzos en la revista Contemporánea, así como en la Biblioteca de Tomistas Españoles. Era maestro de hermanos cooperadores y profesor en el Colegio de San Joaquín.
Obligado a dejar el convento de Valencia el 19 de julio de 1936 se encaminó a Barcelona. Dadas las cualidades que reunía y la documentación de que disponía como titulado en Ciencias Físicas, el prior provincial, antes de huir a Francia, lo nombró vicario provincial el 7 de octubre. Desde entonces, desplegó toda su ágil actividad para ayudar a sus hermanos religiosos con su salida al extranjero. A finales de noviembre, sin embargo, fue reconocido y lo prendieron.
Estuvo encarcelado en el castillo de Montjuic de Barcelona. Después lo llevaron a Puebla de Híjar (Teruel) y lo mantuvieron prisionero unos cuatro días. El día 25 le dieron muerte en el cementerio de esta localidad.