- Conversión de San Pablo, apóstol. Viajando hacia Damasco, mientras perseguía a los cristianos, el Señor Jesús se le reveló, y lo eligió para que anunciase el Evangelio. (c. 67).
- San ANANÍAS, discípulo del Señor. Bautizó a San Pablo. En Damasco. (s. I).
- San ARTEMAS, mártir. En la Campania italiana. (ss. III/IV).
- San AGILEO, mártir. En Cartago. (ss. III/IV).
- San BRETANIÓN, obispo. En Rumanía. Se opuso enérgicamente al emperador Valente y se distinguió por su santidad y su defensa de la fe católica ante los arrianos. (s. IV).
- San PALEMÓN, anacoreta. En la Tebaida. Hombre asiduo en la oración y de gran austeridad. Fue maestro de San Pacomio. (s. IV).
- Santos PREYECTO, obispo, y AMARINO, hombre de Dios, mártires. En la Aquitania francesa. Asesinados por los “notables” de la ciudad. (676).
- San POPÓN, abad. En Fiandre, Francia. Difundió en muchos cenobios la observancia propia de Cluny. (1048).
- Beato ENRIQUE de SUSO, presbítero. En Ulm, Alemania. Dominico. Soportó pacientemente muchos contratiempos y enfermedades, compuso un tratado sobre la sabiduría eterna y predicó asiduamente sobre el Nombre de Jesús. (1366).
- Beato ANTONIO MIGLIORATI, presbítero. En Las Marcas, Italia. Ermitaño de San Agustín. (1450).
- Beata ARCÁNGELA GIRLANI, virgen. En Mantua, Italia. Priora del convento de Parma y fundadora del cenobio de Mantua. (1495).
- Beata MARÍA ANTONIA GRILLO, religiosa, en el Piamonte, Italia. Al enviudar, asumió con misericordia las necesidades de los pobres y, después de vender todas sus posesiones, fundó la Congregación de Hermanitas de la Divina Providencia. (1944).
- Beato ANTONIO SWIADEK, presbítero y mártir. En Dachau. Defendió la fe católica ante los nazis, por lo que fue enviado a ese campo de exterminio. (1945).
Hoy destacamos al Beato MANUEL DOMINGO y SOL
Nació en Tortosa en 1836.
Ordenado sacerdote en 1860, se dedicó a la predicación popular y pasó luego, tras completar estudios en Valencia, a dar clases en el instituto de Tortosa.
Con motivo de la revolución de 1868, se vio obligado a dejar su cátedra, por lo que intensificó en su actividad apostólica con la juventud, promoviendo escuelas nocturnas, círculos obreros y varias obras eucarísticas.
Convencido de la gran necesidad de crear centros para la formación de los aspirantes al sacerdocio, fundó en España varios colegios de San José, y, en 1892, otro en Roma.
Para que rigieran adecuadamente estos centros, en 1883 fundó la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús, a la cual numerosos obispos españoles encargaron la dirección de sus seminarios.
Ardientemente eucarístico y de espíritu reparador, levantó en Tortosa el Templo de la Reparación.
Murió en esta ciudad en 1909.