- San ANATOLIO, obispo. Milán. Primer obispo de la ciudad. (s. II).
- Santos ANDOQUIO, TIRSO y FÉLIX, mártires. Autún, Galia. (s. inc.).
- San RÚSTICO, obispo. Clermont-Ferrand, Aquitania. Siendo presbítero de la ciudad, asumió el episcopado con aplauso de todos. (s. V).
- San LUPO, obispo. Lyon. Antes fue ermitaño. (528).
- San ISARNO, abad. Marsella. Renovador de la vida regular en el monasterio de San Víctor, austero consigo mismo y comprensivo y pacífico con los demás. (1043).
- San GERARDO SAGREDO, obispo y mártir. Panonia. Al frente de la sede de Morisena. Preceptor de San Emerico, príncipe adolescente hijo del rey San Esteban, y en una sedición de húngaros paganos murió apedreado cerca del Danubio. (1046).
- Beato DALMACIO MONER, presbítero. Gerona. Dominico. Conocido por su amor a la soledad y al silencio. (1341).
- Beatos GUILLERMO SPENSER, presbítero, y ROBERTO HARDESTY, mártires. York. Condenados ambos a la pena capital y ahorcados durante el reinado de Isabel I; el primero, por ser sacerdote; el segundo, por darle hospitalidad. (1589).
- San ANTONIO GONZÁLEZ, presbítero y mártir. Nagasaki. Dominico. Enviado a la nació nipona con otros cinco compañeros. Poco después, el emperador Tokugawa Yemitsu fue encarcelado y martirizado con el tormento del agua, hasta que enfebrecido, precedió en la muerte a los demás. (1637).
- San PACÍFICO, presbítero. Piceno, Las Marcas. Franciscano. Párroco del lugar. Preclaro por sus penitencias, amor a la soledad y a la oración ante el Santísimo. (1721).
- Beato ANTONIO MARTÍN SLOMSEK, obispo. Maribor, Eslovenia. Tuvo gran dedicación al cultivo de la vida cristiana de las familias, al de la institución del clero y a la defensa de la unidad de la Iglesia. (1862).
- Beata COLUMBA GABRIEL, abadesa. Roma. Al frente del monasterio de Lviv, Ucrania. Por una calumnia, viajó a Roma, donde, viviendo en pobreza y alegría, fundó la Congregación de Hermanas Benedictinas de la Caridad, además de la obra social llamada Casa de la Familia, para jóvenes obreras pobres o alejadas de su familia. (1926).
- Beato JOSÉ RAIMUNDO PASCUAL FERRER BOTELLA, presbítero y mártir. Valencia. Muerto por odio a la fe. (1936).
- Beato JOSÉ MARÍA FERRÁNDIZ HERNÁNDEZ, presbítero y mártir. Valencia. Muerto por odio a la fe. (1936).
Hoy recordamos especialmente al Beato JOSÉ RAIMUNDO FERRAGUD GIRBÉS
Nace en Algemesí, provincia de Valencia, el 10 de octubre de 1887 en una familia de condición modesta. Trabajaba en el campo. Contrajo matrimonio el 21 de enero de 1914 con Josefa Borras Borras, de la que tuvo seis hijos, siendo el suyo un hogar honesto y cristiano. Militante de Acción Católica, colaboró activamente en el Sindicato de Obreros Católicos y pertenecía a varias asociaciones religiosas, siendo en todo un católico ejemplar. Se volcó en educar a sus hijos cristianamente, llevándolos consigo a las funciones religiosas. Por medio de lecturas se procuró una buena formación religiosa, que utilizó en defensa de la religión, tan atacada entonces. Cada día rezaba el rosario en familia. Se opuso con toda energía a las huelgas revolucionarias, que él consideraba contrarias por completo a los verdaderos intereses de los obreros.
En 1931, proclamada la República, él fue el alma de la Junta de Obreros Católicos, logrando atraer a numerosos trabajadores a los ideales de la doctrina social católica. Fue asesor de la Confederación de Obreros Católicos de Levante y como tal dio numerosas charlas por los pueblos de la región. Difundía con gran celo la prensa católica. No dudó en hacer vigilancia nocturna para impedir el daño a los templos. Esto le trajo una primera detención el 20 de julio de 1936. Detenido por segunda vez al siguiente día 27 del mismo mes, estuvo detenido en varios sitios hasta que el 24 de septiembre de 1936 con otros compañeros fue sacado de la prisión y fusilado en el término de Alzira.