Hoy, 22 de agosto, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. San SIMFONIANO, mártir. Autun, Galia Lugdunense. Mientras era llevado al suplicio, desde la muralla de la ciudad era exhortado por su madre. (s. III).
  2. San TIMOTEO, mártir. Roma. (303).
  3. San FELIPE BENIZI, presbítero. Todi, Umbría. Varón de gran humildad y propagador de los Servitas. Cristo crucificado era su único libro. (1285).
  4. Beato TIMOTEO de MONTICCHIO, presbítero. Abruzzo. Franciscano. Insigne por la austeridad de vida y el fervor de su oración. (1504).
  5. Beato TOMÁS PERCY, mártir. York. Decapitado durante el reinado de Isabel I por su fidelidad al papa. (1572).
  6. Beatos GUILLERMO LACEY y RICARDO KIRKMAN, presbíteros y mártires. York. Condenados a muerte por haber entrado en Inglaterra como sacerdotes. (1582).
  7. San JUAN WALL, presbítero y mártir. Worchester. Franciscano. Tras haber ejercido clandestinamente su ministerio durante más de veinte años, en tiempo de Carlos II, por el hecho de ser sacerdote fue ahorcado y descuartizado. (1679).
  8. Beato BERNARDO PERONI, religioso. Piceno, Las Marcas. Capuchino. Célebre por su simplicidad de corazón, inocencia de vida y admirable caridad para con los pobres. (1694).
  9. Beato ELÍAS LEYMARIE de LAROCHE, presbítero y mártir. Rochefort. Encerrado en una nave durante la Revolución Francesa. Murió de enfermedad en el cautiverio. (1794).
  10. Beato SIMEÓN LUKAC, obispo y mártir. Stanislav, Ucrania. Durante un gobierno hostil a la fe, ejerció su ministerio escondidamente en favor de su grey hasta que lo mataron. (1964).

Hoy recordamos especialmente a SAN JUAN KEMBLE

Natural de Rhydycar en Herefordshire. Fue ordenado sacerdote en Douai, cuando tenía 26 años; sirvió en las misiones de Monmouthshire y Herefordshire durante 53 años (1625-1679). Se acogió a la hospitalidad de su tío en Pernbridge Castle y luego a la de su sobrino el capitán Richard Kemble.

Con la ayuda de los jesuitas formó centros de misioneros por diversos pueblos. Y pudo realizar una labor duradera y fructuosa, mantenida por tantos años de apostolado ininterrumpido.

Cuando tuvo lugar la acusación de Titus Oates le pidieron que se pusiera a salvo. Él, respondió que no le quedaban muchos años de vida y que consideraba una ventaja el martirio y que no pensaba huir. Fue arrestado en 1678 y encarcelado en Hereford. Aquí estuvo cuatro meses hasta que fue acusado de ir al extranjero para hacerse sacerdote. Cuando llegó su ejecución, pidió permiso para hacer oración, y terminada la plegaria, pidió permiso para fumar su pipa por última vez. Por lo cual en Gales a la última pica se le llama “la pipa de Kemble”.

Antes de la ejecución, negó su traición a la corona, y confesó su fe católica hasta que fue ahorcado y descuartizado. Tenía 81 años cuando tuvo que decirle a su verdugo: «Antonio, haz tu oficio sin miedo; vas a hacerme un favor». (1679).