Hoy, 2 de mayo, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. Santos HESPERO y su esposa ZOE, junto con sus hijos CIRÍACO y TEÓDULO, mártires. En Attalia, Turquía. En tiempos del emperador Adriano eran esclavos al servicio de un pagano, y por orden de su mismo amo fueron primero azotados, luego brutalmente atormentados y finalmente arrojados a un horno encendido. (s. II).
  2. San FÉLIX, diácono y mártir. En Hispalis, Hispania. (s. IV).
  3. San ATANASIO, obispo y doctor. En Alejandría de Egipto. Preclaro por su santidad y doctrina. Defendió con valentía la fe desde el tiempo del emperador Constantino hasta Valente, por lo que tuvo que soportar numerosas asechanzas por parte de los arrianos y ser desterrado en varias ocasiones. Finalmente, regresó a la Iglesia que se le había confiado, donde, después de haber luchado y sufrido mucho con heroica paciencia, falleció. (373).
  4. Santos VINDEMIAL, obispo de Gafsa, en Numidia, y LONGIONOS, obispo de Pamaria, mártires. Ambos decapitados por orden de Hunerico, rey de los vándalos, después de haberse enfrentado a los arrianos en el concilio de Cartago. (483).
  5. Santa VIBORADA, virgen y mártir. En San Gallo, Suiza. Vivió encerrada en una celda junto a la iglesia de San Magno, desde donde atendía al pueblo. A causa de su fe y de sus votos religiosos, arrostró la muerte a manos de invasores húngaros (926).
  6. Beato NICOLÁS HERMANSSON, obispo. En Linköping, en Suecia. El cual se entregó por completo a su iglesia y a los pobres, y recibió la custodia de las reliquias de Santa Brígida. (1391).
  7. San ANTONINO, obispo. En Florencia. Después de llevar a cabo una labor de reforma de la Orden Dominica, se consagró con diligencia al ministerio pastoral de su diócesis, donde resplandeció por su santidad y por su provechosa y constante predicación. (1459).
  8. Beato GUILLERMO TIRRY, presbítero y mártir. En Clonmel, Irlanda. Agustino. Padeció bajo el régimen de Cromwell. (1654).
  9. San JOSÉ NGUYÊN VAN LUU, mártir. En Vinh Long, Cochinchina. Agricultor y catequista, se ofreció en lugar del presbítero Pedro Luu, que era buscado por los soldados, y murió en la cárcel en tiempo de Tu Duc. (1854).
  10. Beato BOLESLAO STREZELECKI, presbítero y mártir. En Auschwitz, cerca de Cracovia. Encarcelado por su fe. Falleció a causa de las torturas recibidas. (1941).

Hoy recordamos especialmente a SAN JOSÉ MARÍA RUBIO

Nació en Dalías, Almería, en 1864 en una familia cristiana. Tenía un tío canónigo magistral de Almería, y cuando cumplió diez años lo llevó a vivir con él para completar su formación. Del trato con su tío, nació su vocación al sacerdocio. Marchó a Granada e ingresó en el seminario.

Enfermó y lo llevó consigo el chantre de la Catedral, pues su tío ya había fallecido. El chantre sería su protector.

Cuando hicieron al chantre, Don Joaquín Torres, canónigo lectoral de Madrid, José María marchó con él y terminó en la capital sus estudios sacerdotales, recibiendo la ordenación de presbítero en 1887.

Después de un tiempo de coadjutor, en el que manifestó su intenso celo, lo hicieron párroco de Estremeras. Lo nombraron más tarde profesor del seminario y capellán de las monjas Bernardas, donde atendió a muchísimas personas en el confesionario y fomentó la piedad eucarística.

Organizó la adoración nocturna y la Hora Santa. Empezó a visitar suburbios y a frecuentar las catequesis de niños pobres.

Poco a poco se fue perfilando en él el deseo de ingresar en la Compañía de Jesús. Pero antes, decidió hacer una peregrinación a Tierra Santa, que tuvo lugar en los primeros meses de 1904.

En 1906 ingresó en la Compañía, en la que profesó, y, aunque no tenía porqué, hizo la tercera probación en Manresa.

Después su destino sería la casa profesa de Madrid.

Durante su vida como jesuita hizo un intenso apostolado, fomentando la devoción eucarística y al Corazón de Jesús.

Predicador asiduo, confesor muy buscado por los fieles, fue el santo de los suburbios, convencido de que debía evangelizar a los pobres. Acudía con prontitud a la cabecera de los enfermos, a los que consolaba con palabras evangélicas y con los santos sacramentos.

Cuando se deterioró su salud, lo enviaron a Aranjuez. Como desde su cuarto podría ver el altar del sagrario, se pasaba los días en oración. Por si su alma santa subió al cielo en 1929.