- San HABACUC, profeta. Ante la iniquidad y violencia de los hombres anunció el juicio de Dios, pero también su misericordia.
- Santa BIBIANA, mártir. En Roma. El Papa San Simplicio le dedicó una basílica en Roma. (s. inc.).
- San PIMENIO, presbítero y mártir. (ss. III/IV).
- San CROMACIO, obispo. En Aquileya, Venecia. Auténtico artífice de paz, que, arrasadas las fronteras por Alarico, remedió las penas de los pueblos. Predicador sublime. (407).
- San SILVERIO, papa y mártir. Isla de Palmarola, en Italia. Al no rehabilitar a Antimo, obispo herético depuesto por su antecesor San Agapito, por orden de la emperatriz Teodora fue privado de su sede y enviado al destierro, donde moriría agotado por los sufrimientos. (537).
- Beato JUAN RUYSBROECK, presbítero. Bruselas. Canónigo Regular. Enseñó las grandezas de los distintos grados de la vida espiritual. (1381).
- Beata MARÍA ÁNGELA ASTORCH, abadesa. En Murcia. Clarisa. Muy humilde y penitente daba buenos consejos a monjas y laicos. (1665).
Hoy recordamos especialmente al Beato IVÁN SLEZYUK
Nace el 14 de enero de 1896 en Zhyvachiv, región de Stanislaviv. Una vez ordenado presbítero, en 1923, fue destinado a la enseñanza de la religión en las escuelas de Stanislaviv, hoy Ivano-Frankivsk. Entre marzo y abril de 1945, previéndose el arresto de los obispos greco-católicos de Ucrania, fue consagrado secretamente como obispo coadjutor con derecho a sucesión por el obispo de la diócesis Hryhovy Khomyshyn. La policía lo detuvo el 2 junio de 1945 y por presuntas actividades contra el Estado fue condenado a diez años de cárcel, en los que perseveró en la fe católica sin pasarse a la ortodoxia ni acceder a las pretensiones de los comunistas. De 1945 a 1950 estuvo en el campo de trabajo de Vorkuta, Rusia, y en ese año fue llevado al de Mardovia, igualmente en Rusia. Liberado el 15 de noviembre de 1954, prosiguió su servicio pastoral con constancia y fervor hasta el 22 de octubre de 1962 en que de nuevo fue arrestado y condenado a cinco años de detención, acusado de «organización de la actividad religiosa ilegal de los sacerdotes greco-católicos». Excarcelado el 30 de noviembre de 1968, luego de pasar estos años en un campo de estricto confinamiento, reanuda con gran celo y vigor espiritual su actividad clandestina, de la que no se desanima pese a los continuos interrogatorios por parte de las autoridades comunistas. Al término de un interrogatorio en Stanislaviv su corazón ya no pudo más tras tantos años de sufrimientos, soportados con heroica paciencia, se sintió mal y falleció dos semanas después el 2 de diciembre de 1973.