- San ABDÍAS, profeta, que después del exilio del pueblo de Israel anunció la ira del Señor contra las gentes enemigas.
- San MÁXIMO, obispo y mártir, en Cesarea de Capadocia. (155).
- Santos SEVERINO, EXSUPERIO y FELICIANO, mártires, en la Galia Lugdunense. (170).
- San BÁRLAAM, mártir, el cual, con gran fortaleza, y a pesar de su ignorancia, rechazó quemar granos de incienso para sacrificar a los ídolos. En Antioquía de Siria. (303).
- Las CUARENTA SANTAS MUJERES, vírgenes, viudas y mártires. En Tracia, actual Turquía. (s. IV).
- San EUDÓN, abad. En Aquitania. (720).
- Beato JACOBO BENFATTI, obispo. Dominico. En Mantua. Apagó disensiones de la ciudad, socorrió al pueblo asolado por la peste y el hambre. (1332).
- Beatos ELISEO GARCÍA GARCÍA, religioso de San Francisco de Sales, y ALEJANDRO PLANAS SAURÍ, mártires cerca de Barcelona. (1936).
Hoy destacamos a:
SANTA MATILDE DE HACKEBORN. Nació en el castillo de Helfta, en Alta Sajonia, en Alemania en 1241. Nació en el seno de una familia noble y poderosa, y cristiana. Su hermana mayor ya era monja y después llegaría a abadesa del Císter en Helfta.
De niña fue educada por las monjas benedictinas en Rodersdorf. Pero tras una visita a Helfta, quedó tan impresionada que decidió abrazar para siempre la vida religiosa. Ya desde muy joven ocupó cargos de responsabilidad.
Mientras ejercía de maestra, se le confió el cargo de una niña que llegaría a ser Santa Gertrudis la Grande.
Destacó como maestra de canto y primera cantante en el coro. La llamaban el “ruiseñor de Cristo”. Mostró gran devoción al Sagrado Corazón y fue agraciada con notables favores místicos.
Escribió sus experiencias místicas en el “Libro de la Gracia especial”, una de las obras más célebres de la literatura mística de la Edad Media.
Murió serenamente en su convento en 1298. Mujer de exquisita doctrina y humildad.