- DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE LOS SANTOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO, la primera de ellas fue edificada por el Emperador Constantino sobre el sepulcro de San Pedro en la colina del Vaticano, y al deteriorarse por el paso de los años fue reconstruida con mayor amplitud y de nuevo consagrada en este mismo día de su aniversario. La otra, edificada por los Emperadores Teodosio y Valentiniano, en la Vía Ostiense, después de quedar aniquilada por un incendio fue reedificada en su totalidad.
- San ROMÁN, mártir y diácono. Antioquía de Siria. En la persecución bajo Diocleciano, al ver cómo los cristianos obedecían los decretos de éste y se acercaban a las estatuas de los ídolos, les exhortó a la resistencia, por lo cual, tras crueles tormentos y después de cortarle la lengua, fue estrangulado. (304).
- San PATROCLO, presbítero. Colombier, Bourges. Fue ermitaño y misionero. (576).
- San MAUDETO, abad. Bretaña Menor. Hizo de la vida monástica en una isla desierta, y como maestro de vida espiritual reunió a muchos santos como discípulos. (s. VI).
- San ROMACARIO, obispo. Coutances. (s. VI).
- San TEOFREDO, abad y mártir. Aquitania. (752).
- San ODÓN, abad. Tours. Abad de Cluny, que instauró la observancia monástica según la Regla de San Benito y la disciplina de San Benito de Aniano. (942).
- Beatos LEONARDO KIMURA, religioso, y ANDRÉS MURAYAMA TOKUAN, COSME TAQUEKEYA, JUAN YOSHIDA SHOUN y DOMINGO JORGE, mártires. Nagasaki. El primero, jesuita. Fueron quemados vivos. (1619).
- Santa FILIPINA DUCHESNE, virgen. Missouri. Nacida en Francia, durante la Revolución Francesa, reunió las hermanas del Sagrado Corazón y se trasladó a América donde abrió muchas escuelas. (1852).
- Beato GRIMOALDO de la PURIFICACIÓN SANTAMARÍA, religioso. Frosinone, Italia. Pasionista. Mientras se preparaba con fervor para recibir el sacerdocio, consumido por la enfermedad, murió santamente. (1902).
- Beata CAROLINA KÓZKA, virgen y mártir. Polonia. En el fragor de la guerra, siendo adolescente, murió atravesada por una espada al querer defender su castidad ante un soldado. (1914).
Hoy recordamos especialmente a las Beatas MARÍA del REFUGIO HINOJOSA y NAVEROS y CINCO COMPAÑERAS
María del Refugio nació en Alhama de Granada en 1872. Huérfana desde niña, a los 19 años ingresó en la Visitación. En 1894 hizo su profesión y tomó el nombre de María Gabriela. Muy amante de la Orden, fue un modelo de monja salesa. Pasó por todos los empleos y en 1929 fue elegida superiora del convento de la Visitación de Madrid hasta 1936. Era de carácter jovial, y se esmeró en dar gusto a todas. Supo mantener unida a todas sus hermanas que permanecieron en Madrid, siempre con una infinita fe en la Providencia. Manifestó en repetidas ocasiones que perdonaba a los enemigos.
En 1936 al estallar la revolución, la Comunidad parte para Oronoz (Navarra), y Hermana Gabriela queda en Madrid, como superiora del grupo, para cuidar del Monasterio junto con otras Hnas. Las últimas palabras suyas que se conservan son: «Estamos rezando, dando gracias a Dios porque nos ha llegado la hora». Toda su vida fue de alabanza a Dios por todo lo que le había concedido.
Laura nació en Puerto Real, Cádiz en 1988. Intentó ser carmelita, pero al final se decidió por la Visitación de Madrid, donde ingresó en 1914. Hizo su profesión religiosa en 1916. Al tomar el hábito recibe el nombre de Teresa María, y feliz escribe: «No tengo más que un solo deseo, insaciable, inmenso. ¡el deseo, la sed de Dios! ¡Sólo Dios!». Tenía un fuerte carácter con el que tuvo que luchar toda su vida. Tenía una gran facilidad de palabra y alma de poeta. Era bondadosa, cariñosa con todos. En el convento fue la ecónoma y siempre estuvo al servicio de la comunidad.
María del Carmen nació en El Ferrol, La Coruña en 1881. Tenía una piedad profunda, en la que desataca su amor a la Eucaristía, devoción que desarrolló junto al beato D. Manuel González, como María de los Sagrarios. Ingresó en el monasterio de la Visitación de Madrid en 1918, y pronunció sus votos en 1919recibiendo el nombre de Josefa María. Era muy humilde y decía que no “tenía madera de mártir”. Se ofreció para fundar en un país de misión, pero esta fundación no se llevó a cabo. Era abnegada, cariñosa, pero firme. Durante muchos años fue la enfermera de la comunidad.
Le costó permanecer en Madrid, cuando la comunidad marchó a Navarra, aceptó la voluntad de Dios. En 1936 fue escogida por la superiora para permanecer en Madrid, entre el grupo de las siete Hermanas. Su familia deseaba llevarla a casa, pero ella rehúsa porque ha dicho con sus compañeras: «Hemos prometido a Jesús las siete unidas no separarnos. Si por derramar nuestra sangre se ha de salvar España, pedimos al Señor que sea cuanto antes». Al principio de su vida había dicho: «Yo no tengo madera de mártir».
Agnes nació en Echávarri, valle de Allín (Navarra) en 1900. A los 19 años ingresó en el monasterio de la Visitación de Madrid tomando el nombre de María Inés. Allí se mostró siempre activa, respetuosa y servicial. Acostumbraba a ir a Dios en todo y a sobreponerse cuando algo la contrariaba. Era muy cumplidora de su deber, era tímida, incluso miedosa.
La situación se complica en 1936 y la Comunidad vuelve a Oronoz, Hna. Maria Inés a pesar de su cobardía, pues tiene miedo, acepta quedarse entre el grupo y les dice a sus Hermanas que parten: «Pidan mucho por nosotras, puede ser que nos maten». Fue levantada violentamente de la cama donde estaba a causa de una fiebre muy alta y salió con valentía camino del martirio, junto a sus hermanas.
Martina nació en Azpeitia, Guipuzcoa en 1893. En 1918 ingresó en el monasterio de la Visitación de Madrid, como hermana externa y tomó el nombre de María Ángela. Hizo su profesión perpetua en 1934. Era una mujer prudente, paciente, abnegada, caritativa, humilde, trabajadora, y siempre al servicio de sus hermanas. Se hizo querer por todas, y se reía ante sus equivocaciones al hablar el castellano, lengua que desconocía al ingresar en el convento. Tenía una gran devoción al Corazón de Jesús.
Como es una Hna. inteligente y humilde sus superioras la designan para permanecer en Madrid durante el exilio de la Comunidad, en este tiempo tiene el consuelo de ver a su sobrino Justo, que extrañado de ver la paz de su tía se empeña en llevarla a casa, lejos del peligro, pero ella le dice «Mi puesto esta aquí, después, que se cumpla la voluntad de Dios».
Josefa Joaquina nació en Oyarzun, Guipúzcoa, en 1897. Dicen de ella que era muy inteligente, con mucho sentido de la responsabilidad y un gran sentido del humor. Tenía mucha paciencia y se mortificaba para imitar a Jesús. Ingresó como hermana externa en el monasterio de la Visitación de Madrid en 1924, realizó su profesión perpetua en 1934 y tomó el nombre de María Engracia. Se multiplicaba para atender a todas las necesidades y para hacer felices a todas. Destacó por su amor a su vocación religiosa y su gran deseo de adelantamiento espiritual.