- San ALEJANDRO, mártir. En Macedonia. (390).
- San LÁZARO, obispo. En Milán. (s. V).
- San LEOBINO, obispo. En Chartres, Francia. (557).
- Santa MATILDE, reina. Sajonia, Alemania. Esposa fidelísima del rey Enrique I, la cual, conspicua por la humildad y la paciencia, se dedicó a aliviar a los pobres y a fundar hospitales y monasterios. (968).
- Santa PAULINA, religiosa. En Fulda. (1107).
- Beato JACOBO CUSMANO, presbítero. En Palermo. Fundó la Congregación de Siervos y Siervas de los Pobres. Se destacó por su caridad hacia los necesitados y enfermos. (1888).
Hoy recordamos especialmente a Beata EVA del MONTE CORNELIO
La noticias que nos han llegado aparecen en la «Vita Julianae», es decir, en la vida de santa Juliana de Cornillon, su amiga y confidente, que ayudó en la idea de la institución de la fiesta del Corpus Christi. Eva nació entre 1205 y 1210 en un ambiente acomodado, y experimentó un conflicto entre la vida civil y la de reclusa; su vocación no fue inmediatamente clara, y Juliana influenció mucho en su decisión.
Entró en el monasterio de San Martin en Lieja, donde recibió muchas veces la visita de santa Juliana, quien le confiaba sus visiones y su gran deseo de ver instituido un culto que glorificase el sacramento de la Eucaristía. Cuando Juliana huyó de Cornillon, encontró refugio en San Martín, junto a Eva, que fue testigo de sus éxtasis místicos. Al principio Eva no estaba demasiado convencida, pero luego ayudó mucho a Juliana en su propósito, y después de la muerte de ésta, continuó su obra hasta tal punto que se creía que había sido la verdadera promotora, en detrimento de Juliana que fue ignorada durante mucho tiempo.
Actuó junto al obispo de Lieja, Enrique de Gueldre, para obtener del papa Urbano IV un decreto sobre el tema. El 8 de septiembre de 1264 el Papa envió una bula en la que anunciaba la creación de la fiesta del Corpus Christi para la Iglesia Universal, pidiéndoles que difundieran el texto. Esta bula es la base histórica de la institución de la fiesta, en agosto-septiembre de 1264, y el testimonio del fervor de Eva en trabajar para que se instituyera.
Murió en San Martín de Lieja en 1265, su tumba se convirtió rápidamente en lugar de culto.