- San HEDISTO, mártir. (s. inc.).
- Santa DOMNINA, mártir. Cilicia. Bajo Diocleciano, después de tormentos, murió mártir. (304).
- Conmemoración de los CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS mártires y confesores. Norte de África. Por mandato del rey arriano Hunerico, que odiaba a los católicos, muchedumbre de obispos, sacerdotes, diáconos y fieles fueron confinados en un horrible desierto, mientras otros consumaban su martirio en medio de tormentos. (483).
- San OPILIO, diácono. Emilia-Romaña. (s. V).
- San FÉLIX IV, papa. Roma. Convirtió dos templos paganos en la basílica de los santos Cosme y Damián, y trabajó mucho en favor de la fe. (530).
- San MAXIMILIANO, obispo. Nórico, Austria. Obispo de Lorch. (s. VII).
- San ROTOBALDO, obispo. Lombardía. Ejemplar en su abstinencia, que se distinguió por su interés en lo concerniente al culto divino y las reliquias de los santos. (1254).
- San SERAFÍN de MONTEGRANARO de NICOLA, religioso. Las Marcas, Italia. Capuchino. Destacó admirablemente por su gran humildad, pobreza, piedad. (1604).
- Beato TOMÁS BULLAKER, presbítero y mártir. Londres. Franciscano. En tiempos de Carlos I, mientras celebraba misa fue detenido, y ahorcado, y descuartizado mientras aún vivía. (1642).
- Beato JOSÉ GONZÁLEZ HUGUET, presbítero y mártir. Valencia. Muerto durante la persecución religiosa en España. (1936).
- Beato PACÍFICO SALCEDO PUCHADES, religioso y mártir. Valencia. Muerto durante la persecución religiosa en España. (1936).
Hoy recordamos especialmente al Beato ROMÁN SITKO
Román Sitko era un sacerdote polaco, de la diócesis de Tarnów, creada en 1783 con parte del territorio del arzobispado de Cracovia. Había nacido en 1880. Una vez ordenado sacerdote estuvo dedicado al ministerio pastoral en el que fue un fervoroso pastor de almas, hasta que el obispo le confió el cargo de rector del seminario, en el que supo ser un excelente formador de los jóvenes aspirantes al sacerdocio. La Santa Sede lo había honrado con el título de prelado doméstico de Su Santidad.
Al ocupar los nazis Polonia el seminario fue cerrado, pero él continuó en la clandestinidad las actividades propias del seminario, lamentando mucho la prisión de tantos hermanos sacerdotes por cuya liberación decía él que ofrecía su vida. La policía nazi lo arrestó el 22 de mayo de 1941. Fue sentenciado a prisión en el campo de concentración de Darlewitz donde se comportó como ángel de consuelo de los otros presos, animando a los que sacaban para ser ejecutados. Incapaz de seguir realizando los duros trabajos forzados que desempeñaba, el 12 de octubre de 1942 cayó al suelo exhausto; al verlo, un guardia del campo lo pisó con su bota, le partió el cuello y le produjo la muerte.