Hoy, 11 de febrero, la Iglesia celebra a:

by AdminObra
  1. Santa SOTERIS, virgen y mártir. En Roma. Renunció a la nobleza y a los honores de su familia, no se prestó a inmolar a los ídolos, ni se dejó vencer por humillantes injurias, ni temió morir por la espada. (304).
  2. SANTOS MÁRTIRES de NUMIDIA. En Argelia actual. Bajo la persecución de Diocleciano fueron sometidos a crueles torturas por no querer entregar las Sagradas Escrituras tal como mandaba el Edicto. (s. IV).
  3. San CASTRENSE, mártir. En Campania. (s. inc.).
  4. San SECUNDINO, obispo. En Apulia. (ss. V/VI).
  5. San SEVERINO, abad. En la Galia. Abad de Agaune. (s. VI).
  6. San GREGORIO II, papa. En Roma. Bajo el Imperio de León Isáurico, trabajó en defensa de la Iglesia y del culto de las sagradas imágenes, y envió a San Bonifacio por tierras de Germania a predicar el Evangelio. (731).
  7. San PASCUAL, papa. En Roma. Llevado por la devoción, trasladó muchos cuerpos de mártires desde las catacumbas a distintas iglesias de la ciudad. (824).
  8. San ARDANO, abad. En Borgoña. (1066).
  9. San PEDRO MALDONADO, presbítero y mártir. México. Arrestado durante la persecución contra la Iglesia mientras administraba el sacramento de la Eucaristía. Lo golpearon mortalmente en la cabeza. (1927).

Hoy recordamos especialmente al Beato TOBÍAS BORRÁS ROMEU

El Beato Tobías se llamaba Francisco Borrás Romeu (algunas fuentes dicen Román) nació en San Jorge, en la provincia valenciana de Castellón, el 14 de abril de 1861. Cuando era muy joven, con unos 23 años, se casó, pero el matrimonio duró apenas, ya que su esposa murió de cólera en la epidemia que asoló a España en los ’80  del siglo XIX.

Es entonces cuando ingresa como religioso a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, donde se consagra a los enfermos en distintos centros del país, para ser destinado finalmente al hospital de enfermos mentales que la Orden tenía en Ciempozuelos, Madrid. Allí es arrestado junto con los demás hermanos el 7 de agosto de 1936.

Posiblemente por su edad fue dejado libre, y no formó parte del grupo de sus compañeros asesinado en Paracuellos en noviembre de 1936. Desde Ciempozuelos se trasladó a la casa de la Orden en Valencia, pero allí habían sido asesinados también todos los hermanos. Él fue detenido, no negó su condición de religioso, y por ello fue asesinado el 11 de febrero de 1937.