No es fácil determinar en qué momento se da un canon FIJO de la Biblia hebrea.
Algunas de las causas de esta dificultad se encuentran en que en el judaísmo antiguo había muchos grupos y sectas.
Se llega a cierta uniformidad en el año 70, después de Cristo, todavía, tras ser arrasada Jerusalén. En ese momento, los fariseos se convertirán en los guías indiscutibles de la comunidad judía. Sus dirigentes empezarán a ser llamados RABINOS.
Pero antes de estos acontecimientos desoladores había la comunidad de judíos de la DIÁSPORA y la comunidad de los judíos de Palestina.
Los que estaban en la DIÁSPORA (fuera de Israel) tenían una cultura fuertemente influenciada por el HELENISMO (mentalidad progriega), que dominaba en el mundo antiguo. Destaca la comunidad en la diáspora de Alejandría, en Egipto.
Los que seguían en Palestina estaban divididos en varias sectas: FARISEOS, SADUCEOS, ESENIOS, la comunidad de Qumrán, y otras más. No tenían una orientación dogmática universal que los unificase plenamente.
Esta falta de unidad dogmática se manifestará, evidentemente, con respeto al canon de libros sagrados. Así, los ESENIOS y SADUCEOS sólo aceptaban la TORAH, canon reducido.
Los FARISEOS tenían un canon más amplio.
Qumrán uno más amplio todavía.
Seguiremos…