FUENTE DE LAS INDULGENCIAS

by AdminObra

La fuente de las indulgencias es el tesoro satisfactorio de la Iglesia, que se compone de las sobreabundantes satisfacciones de Cristo y los santos.

Dios podría perdonar a los hombres sus pecados sin ninguna clase de satisfacción y no por eso quedaría quebrantada la Justicia.

Pero, de hecho, en el orden de la Salvación que Dios estableció por medio de Cristo, el perdón de los pecados exige una satisfacción conveniente.

Cuando, por las indulgencias, se perdonan de forma EXTRASACRAMENTAL las penas temporales debidas por los pecados, la Iglesia ofrece a la justicia punitiva de Dios una compensación satisfactoria correspondiente a las penas temporales que se condonan al que recibe las indulgencias; Y TAL COMPENSACIÓN SATISFACTORIA LA TOMA LA IGLESIA DE LAS SATISFACCIONES INFINITAS DE CRISTO Y DE LAS EXCEDENTES DE LOS SANTOS, ESTO ES, DE LAS SATISFACCIONES QUE SOBREPASAN LA MEDIDA DE LO QUE ÉSTOS DEBÍAN POR SUS PROPIOS PECADOS.

Todo este cúmulo satisfactorio de Cristo y sus santos se denomina “Tesoro de la Iglesia”.

La autoridad eclesiástica posee el poder de disponer de este tesoro espiritual, aunque esto no debe entenderse en el sentido estrictamente jurídico de un derecho formal, sino moral, inseparable de la Persona de Cristo y de los santos.

Cuando concede una indulgencia, la autoridad eclesiástica se vuelve suplicante a la misericordia de Dios para que Éste conceda la remisión de las penas temporales, no expiadas todavía, a los miembros necesitados del Cuerpo Místico de Cristo que cumplieron las condiciones prescritas, haciendo esta remisión en atención a las sobreabundantes satisfacciones de Cristo y los santos.