EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO (jueves eucarísticos y sacerdotales)

Consideración sacerdotal

“En la oración, el sacerdotal descubre cada vez más la dimensión de don que tiene su ministerio y toda su vida y aprende a agradecer. Quien agradece reconoce que todo es don. Por ello, la palabra “gracias a Dios” debe estar siempre presente en la vida, en el corazón y en los labios de todo sacerdote. Todo es una gracia que viene de Dios, por ello es necesario agradecer, pues quien agradece reconoce su indignidad y que vive en la dimensión de la gracia y de la gratitud. El don del sacerdocio se ha recibido gratuitamente, y gratuitamente se debe compartir, sin simonía ni haciendo del ministerio un negocio”.