La relación entre Sagrada Escritura y Tradición es el NEXO que fundamenta el “criterio de canonicidad” en la teología católica y lo distingue de los diversos criterios que dominan en la teología protestante y en otras formas de pensamiento.
Es decir, es la misma Tradición (recibida de la Iglesia Apostólica y primitiva) la que da a conocer a la Iglesia el canon ÍNTEGRO de los libros sagrados. Es lo que se llama un DATO DE HECHO, el cual es posible verificar en la historia de la formación del canon de la Sagrada Escritura. Pero, al mismo tiempo, es un DATO DE FE, porque pone en evidencia la importancia insustituible de la Tradición apostólica en la determinación del canon.
El criterio, pues, que consintió a la Iglesia fijar la lista de los libros inspirados y proclamar el canon como verdadero y dogma de fe, se ASIENTA en la Tradición que forjó gracias a la asistencia del Espíritu Santo.