DATOS BÍBLICOS SOBRE EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA A LOS CIELOS EN CUERPO Y ALMA

by AdminObra

La documentación bíblica es muy escasa, ciertamente. Pero no es óbice para afirmar esta verdad sobre María Santísima. Desde los datos bíblicos se puede desarrollar conveniente esta realidad.

Los teólogos vuelven al Génesis (3, 15) “Pongo hostilidad entre y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; ésta te aplastará la cabeza, cuando tú la hieras en el talón”, mencionando la victoria absoluta de la mujer contra el demonio, y al saludo angélico, a la que denomina como “llena de gracia” (Lc 1, 28).

Ambos textos son recogidos en la Bula del Papa Pío XII. Pero el Papa añade el testimonio del Apocalipsis “Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 12, 1). De este texto comenta el Papa: “Los doctores escolásticos vieron prefigurada la asunción (…) en aquella mujer vestida de sol que contempló el apóstol Juan en la isla de Patmos”.

Pío XII aduce otros textos bíblicos, a los cuales han recurrido asimismo algunos teólogos. En concreto: “No temáis, pues Dios ha venido para probaros, para que tengáis presente su temor, y no pequéis” (Ex 20, 12); “Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora” (Is 60, 3); “¿Quién es ésta que sube del desierto, como columna de humo, perfumada con mirra y olíbano, con tantos aromas exóticos?” (Cant 3, 6); “Hijas de reyes salen a tu encuentro, de pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. (…). Ya entra la princesa bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes” (Sal 45, 10. 14-15); “Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe” (1Cor, 15, 14).

Pero todos estos testimonios, más que probar la Asunción de la Virgen María, la ilustran, la justifican y la hacen comprensible.

Es claro que Pío XII no fundamentó su definición en los textos bíblicos, sino que más bien aúna el comentario de estos testimonios junto a los datos de la Tradición, de la Liturgia y de la amplia creencia popular. Y todo ello lo somete a una REFLEXIÓN RACIONAL que justifica este admirable misterio.

Finalmente, el Papa hace alusiones reiteradas a otros títulos marianos, tales como MADRE DE DIOS; INMACULADA; VIRGINIDAD PERPETUA, por lo que asume este conjunto de dogmas marianos para justificar su TRIUNFO FINAL, que demanda –a modo de remate y cúspide- la glorificación con la ASUNCIÓN CORPORAL A LOS CIELOS.