CONOCIENDO A SAN MARCOS Y SU EVANGELIO – 25

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‘UN CAMINO DE DISCIPULADO’

El segundo Evangelio nos ofrece un camino de penetración en el Misterio de Jesús, Mesías e Hijo de Dios.

La dimensión ética, o existencial, de este Evangelio es de primer orden.

San Marcos invita constantemente al lector a introducirse en el seguimiento de Jesús, único camino que lleva a la salvación.

En Jesús han recaído las palabras del Cielo “Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me he complacido” (1, 11).

Así, el discípulo entenderá su vida, agradar al Padre.

Con Jesús, aprendemos a decir “Abbá” (¡Padre!), confiando plenamente en su voluntad (14, 36).

Nos identificamos con los discípulos, con sus grandezas, con sus miserias.

Aprendemos a “Estar con El” (3, 14), para aprender de Jesús el misterio de su identidad, y entrar a participar en su misma relación con el Padre.

Tenemos que “escucharle” (9, 7).