CONOCE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) – 8

by AdminObra

CAPÍTULO II

LOS PRINCIPIOS

SUBSIDIARIEDAD – 1

  1. ¿Qué garantiza el principio de subsidiariedad?

El principio de subsidiariedad garantiza un justo y sano equilibrio de las relaciones humanas, en el ejercicio libre de los derechos y deberes sociales. Se apoya en la obligación solidaria de las personas de prestarse subsidio, subvención y suplencia. Mueve a la sociedad y al Estado a socorrer y ayudar a los ciudadanos, para que se haga posible que cada uno pueda asumir realmente sus propias facultades y responsabilidades.

  1. ¿Qué defiende la subsidiariedad?

La subsidiariedad defiende el ámbito natural en el que cualquier hombre se mueve; y garantiza la autonomía interna de cualquier comunidad natural, comenzando por la familia, y de cualquier asociación libre, porque la persona no puede renunciar a desenvolverse libremente en la vida de relación, haciendo uso voluntario y responsable de sus deberes y derechos humanos, con el fin de lograr la perfección propia y ajena, el bien común y personal, y el desarrollo y el progreso de los pueblos.

  1. ¿Qué prioridades debe respetar el principio de subsidiariedad?

El principio de subsidiariedad debe respetar las siguientes prioridades:

  • Que el superior no realice lo que le corresponde y puede hacer el inferior.
  • Que el superior ayude temporalmente al inferior cuando éste no pueda realizar por sí mismo sus responsabilidades, y mientras se pone en condiciones de lograr asumirlas.
  • Que el superior ayude permanentemente al inferior a realizar las tareas que nunca podrá ejercer por sí solo.
  • Que el superior sustituya temporalmente al inferior hasta que éste pueda cumplir, al menos en parte, sus obligaciones.
  • Que el superior haga de forma definitiva la tarea que no pueda ser llevada a cabo de ninguna manera por el inferior.
  1. ¿De qué modo se debe aplicar, en la práctica, el principio de subsidiariedad?

El principio de subsidiariedad se debe aplicar, en la práctica, dando siempre preferencia a los grupos sociales intermedios, de menor a mayor, y respetando el ámbito propio de cada comunidad natural y de cada asociación libre.

Lo que pueda hacer la familia no lo hará la escuela y lo que pueda hacer la escuela no lo hará el Estado. Lo que pueda hacer la empresa privada no lo hará la empresa pública. Lo que pueda hacer el municipio no lo hará la región y lo que pueda hacer la región no lo hará el gobierno central de la nación. Y así en todos los órdenes de la actividad humana, para que haya tanta sociedad como sea posible y tanto Estado como sea necesario.