QUINTA PARTE
CAPÍTULO VI
DEBERES Y DERECHOS DEL CRISTIANO
Libertades
- El cristiano, ¿actúa entonces con pesimismo como ciudadano en la vida pública?
El cristiano, como ciudadano, NUNCA puede ser pesimista cuando actúa en la vida pública, porque le sostiene la fe y la esperanza, y sabe que, aun siendo incompletas sus realizaciones terrenas, sirven y agradan a Dios, siempre que se hagan con la mayor perfección humana posible, respetando la ley divina y las enseñanzas de la Iglesia.
- El cristiano, como ciudadano, ¿puede influir libremente en el desarrollo del curso de la historia?
El cristiano, como ciudadano, puede y debe influir en el desarrollo del curso de la historia, porque la historia la hacen libremente los hombres, con el conocimiento de la verdad y la voluntad de alcanzar el bien, tomando las determinaciones que desean ante las necesidades de cada momento, contando siempre con la presencia misteriosa de la providencia humana.