CONOCE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) – 19

by AdminObra

CAPÍTULO III

LAS IDEOLOGÍAS

SISTEMA DE IDEAS

SOCIALISMO

  1. ¿Qué es la lucha de clases?

La lucha de clases es, para los marxistas, un procedimiento práctico, útil como motor dialéctico de la historia, con la finalidad de realizar la revolución del proletariado, soñando con la vieja utopía de una sociedad sin clases –meta del desarrollo social-, mientras se implanta y sostiene el sistema comunista, con los ingredientes del odio y la violencia, y la práctica de persuasión por el terror.

De hecho, la lucha de clases es un mal social, que destruye la libertad, el diálogo, la convivencia pacífica, el respeto a toda persona humana, la caridad, la solidaridad, la justicia y la promoción del bien común.

  1. ¿Cómo se realiza la lucha de clases?

Los marxistas realizan la lucha de clases dividiendo arbitrariamente la sociedad en dos grupos: el conformado por el hombre “burgués” –fundamentalmente la clase media- y el conformado por el hombre “proletario” –los obreros-, como dos grupos humanos excluyentes. Luego, los marxistas buscan exacerbar intencionadamente el enfrentamiento forzado de la clase obrera contra la clase media, siempre y en todo lugar, con el fin de implantar por la violencia la “dictadura del proletariado”.

La lucha de clases ignora que el individuo es anterior a la clase social; además, desconoce la variedad real de niveles en la sociedad, la solidaridad entre los hombres y los pueblos, el destino común de la humanidad y la vocación cristiana de amor universal.

  1. ¿El comunismo lleva al paraíso en la tierra?

El Estado comunista, que responde al marxismo-leninismo, tiene carácter absoluto, bajo la inspiración del mito de la sociedad sin clases, para intentar construir un irrealizable paraíso en la tierra.

El Estado comunista nunca logra esta meta –como ya lo evidencia el fracaso, en la historia de la humanidad, del comunismo internacional-, porque es usado sólo como pretexto para negar la existencia de la vida futura, al pretender, siempre sin éxito, una redención profana del hombre por el hombre, sin auxilio divino, lo que es esencialmente inalcanzable.