CUARTA PARTE
CAPÍTULO III
IGLESIA Y ESTADO
La moral del Estado
- ¿El Estado es autosuficiente?
El Estado no es autosuficiente, porque para poder subsistir como Estado necesita de fuerzas y energías espirituales, morales e intelectuales externas, que provienen del conocimiento del orden natural, y que la doctrina cristiana contribuye admirablemente a perfeccionar, puesto que los organismos estables son en la práctica imperfectos como lo son los ciudadanos en su frágil calidad de hombres y en su inclinación al desorden moral.
- ¿El Estado tiene el peligro de ser totalitario o errático?
El Estado tiene el peligro de ser totalitario o errático cuando sus miembros pierden fuerzas y energías espirituales, morales e intelectuales, porque entonces tienden a prescindir del principio de subsidiariedad, y olvidan que el fin del Estado es siempre terreno, mientras que el fin de cada persona es, simultáneamente, terreno y trascendente, temporal y eterno; por lo que la persona debe ser servida por el Estado, y no el Estado por la persona.