CUARTA PARTE
CAPÍTULO II
EL ESTADO
Formas de estado y de gobierno
- ¿Qué hay que decir a los que defienden el mito de la revolución violenta?
A los que defienden el mito de la revolución violenta es necesario decirles que alimentar la ilusión de abolir una situación inicua no es suficiente por sí misma para crear una sociedad más humana; sino que, incluso, muchas veces la historia demuestra que esto favorece la llegada al poder político de regímenes totalitarios, porque el camino de la violencia destructora conduce a nuevas servidumbres, arbitrariedades de fuerza y otros sistemas aniquiladores de la dignidad humana.
- ¿A qué hay que apelar si se quiere obtener cambios económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre?
Si se quiere obtener cambios económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre, hay que apelar a las capacidades espirituales y morales de la persona y a la exigencia permanente de conversión interior, especialmente en quienes están en la conducción y el manejo del Estado y del gobierno, porque la primacía dada, en tantos lugares del mundo, a las estructuras y la organización técnica sobre la persona y sobre la exigencia de su dignidad, es la expresión de una antropología materialista que resulta contraria a la edificación de un orden social justo.