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CAPÍTULO II
LOS PRINCIPIOS
PARTICIPACIÓN – 2
- ¿Cómo se debe concretar la participación?
La participación se debe concretar del modo siguiente:
- Todos los hombres deben tener acceso a la educación para la vida, a la evangelización en la fe, a la capacitación para el trabajo, al enriquecimiento en la cultura y el arte, y a la formación para el ejercicio responsable de la libertad.
- Todos los hombres en edad de trabajar deben tener posibilidades de ejercer su oficio o profesión, o de lograr un empleo, con el fin de aportar su esfuerzo al bien común y de perfeccionarse como personas.
- Todos los trabajadores en ejercicio deben recibir, de alguna manera, parte de los beneficios de la ganancia del esfuerzo común en su centro de trabajo.
- Toda persona que gana su sustento mediante el trabajo debe poder ahorrar y tener acceso al crédito y a la propiedad privada, para compartir –y disfrutar- el destino común de la riqueza.
- Todo ciudadano, como miembro de la sociedad política, debe tener derecho efectivo a intervenir en todas las decisiones importantes de la vida pública.
- ¿Por qué es valioso el principio de participación?
El principio de participación es valioso porque es la forma con la que todos los ciudadanos pueden hacer realidad en sus vidas el espíritu de solidaridad; es la forma con la que Estado cumple con garantizar en todo momento el efectivo respeto a la subsidiariedad social; y es, en consecuencia, la forma de comprometer a todos generosamente en la tarea de servir libremente a los demás, evitando el brote de frustraciones y resentimientos individuales, fatales para una convivencia humana y cristiana.