CONCEPTOS BÁSICOS DE TEOLOGÍA: “Accidentes eucarísticos”

Las apariencias del pan y del vino que permaneciendo invariables después de la TRANSUSTANCIACIÓN constituyen una especie de misterio “receptaculum” del Cuerpo y de la Sangre de Cristo haciendo posible de este modo su presencia sacramental.

Las apariencias del pan y del vino después de la Consagración conservan la misma naturaleza anterior, es decir, que las dimensiones, el color, el sabor, etc., son las mismas realidades objetivas que anteriormente tenían la sustancia del pan y del vino, y que permanecen, como accidentes eucarísticos, sin sujeto.

Se admite, pues, la realidad objetiva de estos accidentes (ahí están) pero sin sujeto, porque ya no son ni pan, ni vino; y sin perder su naturaleza de accidentes, ya que conservan su relación a la sustancia de la que fueron separados por la fuerza (o en virtud) de la TRANSUSTANCIACIÓN.