“El jubileo silencioso” (1525)
El historiador Alessandro Galuzzi define al jubileo de 1525 como el “jubileo silencioso”. La Iglesia no vivía sus mejores momentos: el Concilio V Laterano (1517) había sido papel mojado, en 1517 nacía la herejía protestante, y los reyes Carlos I de España y V de Alemania, y Francisco I de Francia, andaban en guerra.
Además, sobre Roma se avecinaba el famoso saqueo que tendría lugar en 1527.
Mientras, afloran las auténticas reformas en el catolicismo, gracias a la fundación de órdenes religiosas como los Teatinos, Capuchinos, Oratorianos… y el surgimiento de una nueva generación de pastores.
El jubileo de 1525 fue así rutinario, silencioso, sin aspectos novedosos y sin interés. Era papa Julio de Médicis, Clemente VI, un buen papa para tiempos mejores y quien insistió en presentar la dimensión espiritual de la indulgencia jubilar.