CONOCE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) – 63

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TERCERA PARTE

CAPÍTULO I

EL TRABAJO

Mandato divino

  1. ¿El trabajo es una bendición de Dios?

El trabajo es una bendición de Dios, porque la labor que realizan todos los hombres la hacen a semejanza del primero y máximo Trabajador que es Dios Creador del Universo.

  1. ¿El trabajo exige esfuerzo al hombre?

El trabajo, después del pecado original y a consecuencia del desorden de las pasiones, exige esfuerzo al hombre, como cualquier otra actividad, y a veces ofrece obstáculos o produce sufrimientos. Pero, con la gracia de Dios, el sacrificio que pide el trabajo se premia con muchas legítimas satisfacciones humanas.

  1. ¿El trabajo es una carga para el hombre?

El trabajo no es una carga, ni una desgracia, ni un castigo para el hombre, sino la oportunidad diaria de dar sentido a su vida en servicio de los demás. Castigo es no trabajar, puesto que significa la imposibilidad del desarrollo personal y social, y el grave incumplimiento de un mandato divino; porque todo trabajo honrado, por muy humilde que parezca, es para el hombre expresión de la amable voluntad de Dios.