Por satisfacción en sentido general se entiende el CUMPLIMIENTO DE UN DESEO o EXIGENCIA.
En sentido estricto significa REPARACIÓN DE UNA OFENSA.
Tal REPARACIÓN tiene lugar por medio de una COMPENSACIÓN VOLUNTARIA de la injusticia inferida.
Cuando esta acción compensadora repara perfectamente la gravedad de la culpa, se llama SATISFACCIÓN ADECUADA o EQUIVALENTE (condigna).
Pero cuando no es conforme a la gravedad de la culpa y solamente por graciosa condescendencia es aceptada, se llama INADECUADA o INEQUIVALENTE (congrua).
Si la satisfacción no es presentada por el mismo ofensor, sino por alguien que le representa, hablamos de SATISFACCIÓN VICARIA.
Cristo, por medio de su Pasión y Muerte, ha dado SATISFACCIÓN VICARIA a Dios por los pecados de los hombres. Su SATISFACCIÓN VICARIA es ADECUADA (condigna), y eso se debe a su valor intrínseco. Su SATISFACCIÓN VICARIA es SOBREABUNDANTE, es decir, el valor positivo de la reparación es MAYOR que el valor negativo del pecado.