La Justificación es el traslado del estado en que hombre nació como hijo del primer Adán, al estado de gracia y de adopción entre los hijos de Dios por medio del segundo Adán, Jesucristo, Salvador.
Faceta negativa: la Justificación es verdadera remisión de los pecados.
La Sagrada Escritura concibe la remisión como verdadera y completa supresión de los mismos, pues emplea las siguientes expresiones: borrar; quitar, apartar del medio; quitar; alejar; lavar, purificar; remitir, perdonar.
Faceta positiva: es una renovación y santificación sobrenatural del hombre interior.
La Sagrada Escritura presenta la Justificación como regeneración por Dios, esto es, como generación de una nueva vida sobrenatural en aquel que hasta ahora ha sido pecador, como nueva creación; como renovación interna; como santificación; como traslado del estado de muerte al estado de vida; del estado de tinieblas al estado de luz; como asociación permanente del hombre con Dios; como participación de la divina naturaleza.
Sin la fe no es posible la justificación de un adulto.