La asunción de una naturaleza creada a la unidad con una persona divina es algo ABSOLUTAMENTE SOBRENATURAL. Es una GRACIA en el plenísimo sentido de la palabra, lo cual significa que es un don sobrenatural de Dios que no se ha merecido ni se puede merecer.
Misterio estrictamente tal, esto es, misterio de fe, cuya realidad no podía alcanzarla la razón humana antes de la Revelación.
ES EL MISTERIO CENTRAL DE LA FE CRISTIANA, AL CUAL SE ORDENAN TODOS LOS OTROS MISTERIOS.
La naturaleza divina y la humana se hallan en Cristo unidas HIPOSTÁTICAMENTE, es decir, en UNIDAD DE PERSONA. En Cristo hay una sola persona: la persona divina del Verbo, y dos naturalezas, subsistentes las dos en una misma persona divina. La naturaleza humana ha sido ASUMIDA en la unidad y dominio de la persona divina, de manera que es la persona divina la que obra en la naturaleza humana y por medio de la naturaleza humana.
Esta unión hipostática de la naturaleza humana de Cristo con el Verbo de Dios tuvo lugar en el instante de la concepción.