- Santa APOLONIA, virgen y mártir. En Alejandría de Egipto. Tras sufrir crueles tormentos por parte perseguidores, para no verse obligada a proferir palabras impías, prefirió tirarse al fuego antes de renunciar a la fe. (250).
- Numerosos SANTOS MÁRTIRES. En Alejandría de Egipto. Que durante la celebración de la Eucaristía fueron asesinados de distintos modos por los arrianos. (s. IV).
- Santos PRIMO y DONATO, diáconos y mártires. En Argelia actual. Por defender el altar de la Iglesia murieron a manos de herejes. (361).
- San MARÓN, eremita. En Siria. Tras una vida de penitencia e intensa piedad falleció, en cuyo lugar se levantó un monasterio que lleva su nombre. (423).
- San TELIAVO, obispo y abad. En Cambrai, Reino Unido. Cuyos esfuerzos pastorales son recordados por muchas iglesias locales. (560).
- San SABINO, obispo. En Canosa, Italia. Fue amigo de San Benito y legado de la Santa Sede en Constantinopla para defender la fe católica ante la herejía monofisita. (566).
- San ANSBERTO, abad y obispo. En Hainut, Francia. El cual, después de ser abad en Fontanelle, ocupó la sede episcopal de Rouen, y fue desterrado por el príncipe Pipino. (695).
- San ALTO, abad. En Baviera. Nacido en Irlanda. Fundó en los bosques de esta región el monasterio que lleva su nombre. (s. VIII).
- San REINALDO, obispo. En Umbría. Primero monje camaldulense, y una vez designado obispo mantuvo sus costumbres monásticas. (1222).
Hoy recordamos especialmente a SAN MIGUEL FEBRES CORDERO
Francisco Febres Cordero -en religión hermano Miguel- nace en Cuenca, Ecuador, el 7 de noviembre de 1854, en el seno de una familia que siempre ha tenido mucha relevancia en la vida política de Ecuador. Francisco debe superar la oposición de su familia para realizar su vocación de religioso laico, es el primer ecuatoriano admitido en el Instituto.
El hermano Miguel es un maestro capacitado y un estudiante aplicado. No ha cumplido todavía los 20 años cuando publica la primera de sus numerosas obras, una gramática española que se transforma rápidamente en un clásico. En el transcurso de los años sus investigaciones y sus publicaciones en el ámbito de la literatura y de la lingüística le ponen en contacto con expertos del mundo entero y es nombrado miembro de las Academias nacionales de Ecuador y de España. A pesar de sus distinciones académicas, la enseñanza es para él lo prioritario, en particular las clases de religión y la preparación de los chicos a la primera comunión. Sus alumnos admiran su sencillez, su franqueza, la atención que les presta y la intensidad de su devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen María. En 1907, se le destina a Bélgica para trabajar en la traducción al español de textos usados por los hermanos recientemente exiliados de Francia. Su salud, siempre delicada, tiene dificultades para adaptarse a los rigores del clima europeo.
Transferido al Noviciado menor de Premià de Mar, en España, se ocupa de evacuar por mar, hacia Barcelona, a los jóvenes que están bajo su responsabilidad, durante los desórdenes revolucionarios de 1909. Poco tiempo después tendrán la posibilidad de volver a Premià de Mar. Pasado esto, contrae una neumonía y fallece el 9 de febrero de 1910 en Premià de Mar, dejando tras él fama de sabio, de maestro y de santo.